IDENTIDADES 1 ESPAÑOL Febrero 2017 | Page 9

que entrena para memorizar y repetir .” El énfasis se pone en la destrucción de múltiples valores , muy necesarios para el funcionamiento de una sociedad organizada con normas de convivencia que hagan llevadera y digna la vida cotidiana . La sección Arte e Identidad trae un interesante bloque de jóvenes exponentes del espectro cultural cubano . Sus trabajos constituyen un estímulo para el equipo de realización de IDENTIDADES , por cuanto son el resultado de la forma dinámica e intensa en que vienen circulando las diversas ediciones de la revista dentro de Cuba , con la consiguiente y constante atracción de nuevos colaboradores . Amehel Incera , artista de Spoking Word de la Misión Raíces , reafirma con su creación poética “ En mis sueños ” la importancia de la integración cultural de los afrodescendientes y de los géneros musicales como el Hip-hop para difundir la herencia africana . Osvaldo Navarro , músico del grupo de Hip-hop “ La Alianza ” y activo colaborador de la expansión de Identidades en Cuba , ilustra en “ Espacio de identidad ” las dificultades de los creadores para divulgar el discurso crítico del ámbito cultural cubano y encontrar espacios de confluencia de criterios sobre temas esenciales de la vida sociocultural y política . Aquí nos narra sus primeras experiencias con IDENTIDADES , como animador cultural de los encuentros de presentación de la revista , a la vez que establece contrastes muy alentadores entre los asistentes a estos encuentros y los auditorios de los espectáculos musicales donde hasta ese momento había participado . El otro integrante de “ La Alianza ”, Yoandri Kindelán , aporta un artículo muy coherente con las realidades lacerantes de la sociedad cubana que afectan a la juventud y , en su caso , generaron tanto un choque sicológico de amplia magnitud como una transformación radical de su proyección con respecto al cacareado proceso revolucionario bajo el sistema educacional impuesto , al que se refieren José Hugo Fernández y Verónica Vega . La violencia de las fuerzas policiales , la corrupción de los tribunales de justicia y el trabajo manipulado de los órganos de prensa se manifiestan en “ Recordarlo es volver a vivirlo ”. Yoandri Kindelán muestra los daños que ha venido generando el adoctrinamiento y el sufrimiento de los jóvenes que enfrentan las manipulaciones y las realidades . Así mismo nos ofrece un valioso poemario . El resto de los trabajos de esta sección son claro testimonio de las prohibiciones impuestas a las expresiones de la cultura alternativa y su función social . Rudisel Batista dedica “ Discriminación y censura …” a Yorvanis Ramírez , joven exponente del Hip-hop en Manzanillo , y a sus creaciones de alto valor social y sentido crítico , por lo cual se ha ganado la aversión de los comisarios de la cultura . Aunque algunas organizaciones oficiales permiten interpretar su obra , obligan a seguir ciertas regulaciones so pena de bajar del escenario si , como él dice , se lanza “ a echarla fuerte ”. Los desmanes de la opresión y la censura llegaron hasta el punto de ser detenido y condenado a prisión : “ Todo eso porque a cierta persona no le gustó la letra de mi canción que solo daba la verdad de mi pueblo y de mi gente ”. Aminta D ’ Cárdenas relata en “ No es una matraka mía ” las pretensiones juveniles que compartía con un grupo de amigos y cultivadores del Hip-hop inmersos en proyectos y eventos culturales . Su atención queda centrada en el Festival Rotilla , su impacto social y las consecuencias que tuvieron que enfrentar al adquirir este evento , que realizaban con su esfuerzo personal , connotación internacional . Esta “ excelente propuesta artística ”, como ella misma califica , terminó siendo intervenida por las autoridades de la
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