régimen podrán asegurar( sin violentar las verdades de la ley) que la atención a la niñez en Cuba constituye un paradigma para los demás países del tercer mundo.” Este proceder hace añicos la máxima de José Martí:“ Ser cultos para ser libres”. Y el autor trae a colación la deserción sistemática y masiva de viejos maestros, a la vez que presenta las verdaderas causas de sus decisiones, que de hecho han perjudicado al sistema de educación. A esto se suman los problemas de la salud pública. Roberto Miguel Santana, residente en Antilla, Holguín, muestra“ La verdadera cara del sistema de salud cubano”, y Roberto Tudela, de Guantánamo, abunda en“ Graves problemas en el sistema de salud guantanamero”. Ambos basan sus trabajos en experiencias vividas en sus zonas de residencia y nos traen desde conmovedores y dolorosos ejemplos de irresponsabilidad y negligencia en los centros de asistencia médica, con graves consecuencias para los pacientes, así como en ejemplos de corrupción y falta de ética profesional del personal de salud. También desde Guantánamo nos llega el trabajo de Carlos Luis Estrada“ Alarma ciclónica”, que manifiesta la desidia oficial al paso del huracán Matthew por la zona más oriental del país y la forma en que la población se las agenció para al menos protegerse, mientras observaba y sufría atónita el contraste entre los programas por televisión y la verdadera actuación de las autoridades. Asimismo, Yordis García expone en“ Año nuevo, vida nueva” las prohibiciones impuestas por el gobierno para la celebración del fin de año tras la muerte de ex presidente Cubano. El autor pone de manifiesto una realidad que se extiende a todo el país, y es la progresiva falta de interés y entusiasmo de la población cubana para estas celebraciones ante la necesidad de“ resolver” a cada minuto las acuciantes necesidades en medio de las cuales se sobrevive en Cuba. Tal situación se ha recrudecido por la conocida política del régimen de dedicar estas tradicionales fiestas a la celebración de su llegada al poder. De ahí que resulte ilustrativo el juicio del autor: este fin de año la gente celebró en realidad“ haber sobrevivido otro año más y no el triunfo revolucionario”. En esta misma sección se inserta el trabajo de Armando Soler“ El empleo: ¿ transformación radical del cubano?, que trata sobre cuán esperanzadora resulta la inserción en negocios del sector privado, a la vez que muestra cómo, a pesar de la autorización oficial tras décadas de oposición radical a esta práctica, sus emprendedores se han visto afectados por los impuestos, la inflación y la embestida del cuerpo de inspectores, que no pocas veces son corruptos como expresión de la destrucción de valores que caracteriza a la Cuba de hoy. En este sentido, Verónica Vega centra su trabajo“ Practicar la verdad en Cuba” en cómo se han enmascarado todas estas problemáticas y sus consecuencias socioculturales en más de seis décadas de desgobierno revolucionario. Su exposición comienza con que“ la revolución oficializó la mentira” y se adentra en las atrofias generadas desde muy tempranas edades, como la ideologización de la educación, que se ejemplifica con los infantes que, sin tener la menor idea del significado de lo que dicen, deben repetir diariamente:“ Seremos como el Che”. A partir de que una psicóloga había participado en el evento“ Vivir en la verdad”, al que la autora no pudo asistir, Vega puntualiza:“ Le habría preguntado a la psicóloga qué traumas se generan en un niño que, ya desde el círculo infantil, es adoctrinado en una ideología política que rebasa su incipiente capacidad de comprensión; cómo puede afectar su personalidad descubrir que van tan separados lo que ve y lo que le dicen que diga, o recibir una educación
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