como punto de referencia uno de los albergues que pululan en la Cuba de hoy , ubicado en el poblado de Regla . Ya en su primer trabajo describió y analizó las crudas realidades al visitar este albergue , donde en medio de inimaginable hacinamiento , viven múltiples familias , mayoritariamente negras y mestizas , que no han logrado construir o han perdido su vivienda . La insalubridad , los desalojos y los ambientes propensos a enfermedades , así como las más agudas carencias , son realidades que se reiteran en su visita de seguimiento . La situación no ha cambiado prácticamente para los desafortunados inquilinos y se agravó en los últimos tiempos por la muerte de una niña que cayó en una cisterna abierta en la noche . La problemática habitacional es también objeto del artículo de Irel Gómez “¿ Cómo vivir 120 años ? Aquí se enfoca cómo las construcciones de instalaciones turísticas , centros de recaudación de divisas y otras de máximo interés gubernamental en Camagüey contrastan con la proliferación de villas miseria y sus consecuencias cada vez más perjudiciales para la población de la tercera y cuarta edad . Prosiguen como si nada la inmovilidad y la evidente falta de voluntad oficial para al menos tratar de paliar esta deplorable situación . Desde luego que a veces , como parte de la evidente demagogia , se hace alusión en el discurso político a preocupaciones y posibles acciones para mejorar . Incluso han surgido proyectos a la sombra de instituciones oficiales bajo el control gubernamental , pero sus resultados no pasan de superfluas alusiones verbales y hasta escritas . Precisamente a una nueva expresión de esta modalidad se refiere Jorge Amado Robert en “ Los desafíos de la problemática racial …”. El autor examina una propuesta de análisis y alerta sobre la necesidad de hacerlo sin condicionamientos ideológicos y con la participación de todos los interesados , incluso los movimientos y personas independientes que , desde la sociedad civil , se enfrascan en el tema . De lo contrario se repetirán las inconsecuencias de proyectos y programas anteriores . La sección se enriquece con temas variados que afectan a la sociedad cubana . Pedro Tamayo nos habla en “ Dignidad un cantar de la conciencia social ” sobre una experiencia vivida en plena vía pública , que muestra de manera fehaciente la violencia y el maltrato físico y mental que se afronta diariamente por causa de la orientación sexual . En este caso se pone de manifiesto la indiferencia de los agentes del orden público . Otros trabajos refieren cómo , por diversas vías y desde diferentes ángulos , se enfrenta esta problemática . Así lo hacen Nonardo Perea en “ Yaima Pardo …” y Julio Aleaga en “ Cuba , cine y homosexualidad ”. En la sección Estado y sociedad , José Hugo Fernández nos trae un tema realmente conmovedor por sus consecuencias para el presente y futuro de la sociedad cubana : “ El abuso institucional contra los niños …”. No se trata sólo de usar a los infantes para la cadena propagandística del gobierno sobre la benevolencia de los programas sociales y educacionales de la niñez , sino que se adentra en el adoctrinamiento de los niños , por los cauces de la ideología revolucionaria , desde sus tempranas edades y en la repetición de clichés sin que medie el más mínimo razonamiento ni la mínima conciencia del significado real de lo que se les enseña a repetir como papagayos . Semejante adiestramiento , como nos revela José Hugo , es realmente abusivo : “ De modo que mientras el adoctrinamiento político no sea nominado como lo que es : un abuso institucional contra la infancia — delito de lesa humanidad — los informes oficiales y de instituciones afines al
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