conocerla.. Pero al cuarto ya no pudo más, se sentó y
volteó la hoja, su corazón volvió a latir, ahí seguía ella,
esperándolo. Tomó los colores y comenzó a plasmar el
paisaje donde ella se encontraba: era un camino, apenas
visible, de pasto pisado, en medio de un apacible campo,
con un cielo claro y dos árboles frutales a lo lejos... Eso
hizo aquél día, y pudo dormir tranquilo.
Cada vez le costaba más acudir a su trabajo, no tenía
ánimos de convivir, de hacer algo que no lo llenaba, y
más porque sabía que se acercaba a descubrir su cara…
Por eso al salir del periódico ni siquiera se detuvo a
comer, en cuanto cerró la puerta de su casa fue directo a
la mesa de dibujo, sumamente excitado, sus manos le
temblaban e inmediatamente tomó el lápiz, del cual
comenzaron a brotar unas mejillas ligeramente rosadas,
y un cabello lacio, suave, mediano, del color de la paja,
su frente era amplia e inteligente... Sii, siii ¡era ella!, no
pudo evitar que le rodaran unas lágrimas, sentía tanto
amor por esa inconclusa imagen, que para él no era sólo