Idea Escrita Arte Plástico | Page 56

si ella se le fuera presentando así, poco a poco. Comenzó a tener menos y menos ganas de salir de su cuarto, quería estar con ella, quería conocerla, amarla, no dejarla sola. Pero tenía que comer, que ir a trabajar, así que se presentaba en el trabajo y cumplía con lo que le tocaba, con la misma diligencia de siempre, mas por dentro, ya era otro, era un hombre enamorado. Esa tarde le dibujó el pecho, era el de una mujer joven, alegre pero reservada, y por un momento, casi juró que escuchó latir su corazón. El día que dibujó sus brazos, también decidió ponerle un pantalón corto y una fresca blusa primaveral, llena de pequeñas flores; los pies se quedaron descalzos. Otro tarde sólo pudo definir su cuello y su barbilla, por más que lo intentó, no pudo seguir; ya quería ver sus ojos pero su mano no le respondía y eso le molestó, volteó enfurecido la hoja y se fue a dormir. En los siguientes tres días no dibujó nada, tenía miedo de volver a quedarse inmóvil, sentía temor de no llegar a