Los papeles para embalajes representan el 62% del consumo total de papel en nuestro país, seguidos de los papeles gráficos (22%), los higiénicos y sanitarios (10%) y los papeles especiales (6%).
España es el quinto consumidor de papel de la UE, por detrás de Alemania, Italia, Reino Unido y Francia. El consumo per cápita fue de 142 kilos, frente a los 135 kilos del año anterior.
Madera de plantaciones locales
En 2015, para la producción de 1,6 millones de toneladas de celulosa, se utilizaron en España 5.093.870 m3 de madera. El consumo total de madera para papel descendió el 10,3% en línea con el descenso de de la producción de celulosa (-11,9%), debido al cierre de una planta. La caída se produjo en la madera de eucalipto (-13,6%), mientras el consumo de madera de pino para papel creció un 2,5%.
El descenso de la producción de celulosa afectó exclusivamente a las importaciones de eucalipto, que se desplomaron (-86,5%) hasta un mínimo histórico. Por el contrario, el consumo de madera nacional creció el 10,6%. Así el 97% de la madera utilizada en la fabricación de papel en 2015 (frente al 78% en el año anterior) procedía de plantaciones locales de eucalipto y pino, que crean empleo verde y riqueza en zonas rurales.
Esas plantaciones locales en 2015 ocupaban 450.790 hectáreas (el 2,4% de la superficie total de bosques en nuestro país). Y daban empleo directo en tareas de repoblación y silvicultura a 5.177 personas (un 11% más que el año anterior), además de generar 16.675 empleos indirectos en maquinaria, transporte, talleres…
Los árboles de las plantaciones para papel —pino y eucalipto— son especies de crecimiento rápido y por ello fijan carbono más rápido, convirtiéndose en eficientes sumideros de CO2. En 2015 las plantaciones para papel almacenaban 31 millones de toneladas de CO2 equivalente (un 11% más que en 2014).
También es importante destacar la apuesta de la industria papelera por la certificación forestal. Actualmente está certificado el 54,4% del papel de fabricación nacional puesto en el mercado, con un crecimiento de ocho puntos porcentuales con respecto al año anterior.
“Voy a darles un dato oficial de la FAO, que quizá —declaró Enrique Isidro— les sorprenda: somos el tercer país de la UE en superficie forestal, tras Suecia y Finlandia. Y eso representa una gran oportunidad en un país como el nuestro, altamente deficitario en materias primas. Para aprovechar esa gran oportunidad, hay que ponerse a trabajar. Tenemos que incrementar la inversión forestal, mejorar las infraestructuras forestales, racionalizar los procedimientos administrativos, agilizándolos y simplificándolos… Hay que apostar seriamente, como venimos haciendo desde el sector papelero, por la gestión forestal sostenible y su certificación. Y hay que mejorar la percepción social de la industria forestal y los productos forestales”.