“Buena prueba de esa fragilidad de la recuperación —añadió Isidro— es que, si bien los datos del primer trimestre de este año señalaban en la misma dirección de recuperación, en el segundo trimestre se está detectando una clara desaceleración”. El crecimiento acumulado de la producción de papel en el primer trimestre de 2016 es del 4,7%. Pero el dato enero-mayo es del 2,6%, debido a que la producción en abril crece solo el 0,6% y en mayo baja el 1%.
Entre los seis grandes productores de papel de la UE, España es quien más crece. Alemania, el primer fabricante europeo, se mantiene en un volumen similar al de 2014. Los grandes productores nórdicos —Suecia y Finlandia— ven disminuir su producción, al igual que Francia. Y solo Italia, con un incremento de la producción de papel del 2,2%, se acerca al dato español de 2015.
Los papeles especiales (15,3%) y los higiénicos y sanitarios (9,2%) han sido los de mayor crecimiento en 2015. Los papeles para usos gráficos (prensa e impresión y escritura) iniciaron la recuperación en el segundo trimestre de 2015 y en el cómputo global del año registran todavía números rojos con un descenso de la producción del 1,6%.
Finalmente, los papeles para envases y embalajes están encontrando en el auge del comercio electrónico una importante palanca de crecimiento. Más de la mitad de la producción de papel en España se concentra en papeles de embalajes.
Con respecto a la celulosa, se ha producido un severo ajuste de capacidad con el cierre de una planta a finales del año anterior, que supuso el descenso de la producción en 2015 de casi un 12%. Sin embargo, la producción de celulosa integrada, la producida para autoconsumo, se incrementó el 0,8%.
Consumo: recuperación clara, pero asimétrica
En el ejercicio 2015 se consolida la recuperación del consumo de papel iniciada ya el año anterior. Las 6.607.300 toneladas consumidas suponen un crecimiento del 5,6%, que dobla el crecimiento del año anterior y se sitúa muy por encima del incremento del PIB. Pese a este buen ritmo de recuperación, estamos lejos todavía del récord histórico de 7,9 millones de toneladas que se registró en 2006.
La recuperación es asimétrica para los distintos tipos de papeles. Los mayores crecimientos los encontramos en los papeles para embalajes, con un incremento del 8,2% en los papeles para cartón ondulado, del 6,8% en cartón estucado y del 9,3% en otros papeles para embalaje (papel kraft sacos, papel para bolsas, papel/cartón para tubos, productos de celulosa moldeada como las cajas de huevos, etc.). El consumo de papeles para usos higiénicos y sanitarios crece también a buen ritmo (5,3%). Por el contrario, los papeles gráficos (papel prensa y papel de impresión y escritura) registran todavía un leve descenso del 0,1%.