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JULIETA LUQUE-PALOMA SIERRA—6º “A”
odos escuchamos y leemos sobre identidad sexual), no son caminos que con-
el bullying y el ciberbullying, que tribuyan a desarmar estas situaciones que
refieren a una cadena de agre- son de sufrimiento y demuestran una gran
siones físicas y/o verbales constantes hacia vulnerabilidad. Pero acá hay un punto de
alguien, dentro de un grupo de pares, en un inflexión: no solo es vulnerable el que es
contexto formal o informal. No se trata de agredido. Los que llevan adelante el acoso,
fenómenos nuevos, la mayoría de nosotros son tan vulnerables como aquel, y sin duda,
recordamos sucesos similares desde antes puede ser el docente o el equipo "psi" de la
que fueran denominados de esta manera. escuela quien puede mirar con perspectiva
El ciberbullying es la versión en la que se
suma el poder de las tecnologías, como canal
predilecto de mensajes humillantes, que
grupal y ayudar a ese alumno o alumna a
encontrar otro lugar simbólico para ser va-
lorado por sus pares.
10 consejos
contra el ci-
berbullying
No
contestes a las provocacio-
nes, ignóralas. Cuenta hasta cien y
piensa en otra cosa.
Compórtate con educación en la
Red. Usa la Netiqueta.
Si te molestan, abandona la co-
ganan rápidamente una gran audiencia, y Siguiendo la línea que nos propone Ana que tienen una omnipresencia complicada Campelo, educadora especializada en estos para aquel que sufre las agresiones, ya que temas, creemos que es necesario cambiar la No facilites datos personales. Te
lo alcanzan a toda hora, aún en la intimidad perspectiva preponderante y repensar los sentirás más protegido/a.
de su cuarto. casos no como hechos individuales, sino
Estas situaciones de violencia, que general-
mente suceden en la escuela, tienen un peso
propio, solemos analizarlas incluyendo adje-
tivos calificativos sobre el niño/a o adoles-
cente que agrede como “violento”, “fuerte”,
“popular”, o en el caso del agredido, como
“débil” “tonto”, “impopular”, o lo que es peor,
también sustantivamos y los denominamos
“victimarios, acosadores, víctimas y testi-
gos” (¿Suena a código penal?). Estos térmi-
nos, sin duda, por su peso simbólico, estig-
matizan a chicas y chicos en identidades
fijas, estáticas y futuristas.
integrados en una trama social, reconside-
rando las manifestaciones como emergentes harías a la cara.
grupales y sociales, inherentes en algún
punto a los grupos humanos.
Estas estrategias d eben ser intervenciones
bas.
servicio online, pide ayuda a su
tura, a desestigmatizar y no a etiquetar, a
contribuir al diálogo y a la convivencia, a la
empatía ya
la solidaridad. Es importante
evitar la intervención con una perspectiva
en donde se busque culpabilizar, e incluso
criminalizar a los involucrados, olvidando
subjetiva y educativa.
se entiende bien qué es” (aludiendo a su
te acosan, guarda las prue-
fortalecimiento del lazo social y no a su rup- que por su edad, están en plena formación
sentarlo como “es diferente a los demás”, “no
Si
Cuando
de la familia que viene”, “ya en jardín era
temor”, o en el caso del que es acosado, pre-
No hagas en la Red lo que no
escolares y comunitarias que apunten al Análisis individuales del calibre “hay que ver
malo (o mala)”, “tiene a todos de su lado por
nexión y pide ayuda.
te molesten al usar un
gestor/a.
No
pienses que estás del todo
seguro/a al otro lado de la panta-
lla.
Advierte
a quien abusa de que
está cometiendo un delito.
Si
hay amenazas graves pide
ayuda con urgencia.