How to Coach Yourself and Others Coaching De Vida | Page 115
Una característica única de la experiencia de tristeza es su pesadez: las personas se sienten sobrecargadas y se
mueven torpemente. Según esta orientación, lo único que se puede hacer con la tristeza es enfrentar el dolor.
Permitirlo, aceptarlo, experimentarlo y expresarlo, para sobrevivirlo y llevarlo a su fin. La evitación y la lucha
contra el dolor simplemente prolongan el sufrimiento. En general. La tristeza permite aceptar la pérdida, sanar y
dirigirse hacia un renovado interés por la vida.
Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional” menciona un estudio de Diane Tice, psicóloga de la Case
Western Reserve University (California), que interrogó a más de cuatrocientas personas sobre las diferentes
estrategias que utilizaban para superar los estados de ánimo angustiantes y sobre el grado de éxito que éstas les
procuraban. Tice señala que las estrategias para afrontar la tristeza son muy variadas. Sin embargo, no debería
evitarse toda tristeza porque, al igual que ocurre con cualquier otro estado de ánimo, tiene sus facetas positivas.
Pero si bien la tristeza es útil, la depresión, en cambio, no lo es. La mente se ve caóticamente distorsionada y
los procesos mentales se ven arrastrados por una marea tóxica y abyecta que impide cualquier respuesta
satisfactoria al mundo en que uno vive. Leslie Greenberg lo expresa de la siguiente manera: “toda esperanza se
disipa dejando el residuo de una gris llovizna de congoja que genera una desesperación tan palpable como el
dolor físico, un dolor tan insoportable que la única solución posible parece ser el suicidio”.
Por todo ello, es necesario distinguir la tristeza primaria de experiencias más complejas de dolor, como el
sentirse herido, la pena y la depresión.
(http://www.coachingexito.com/inteligencia-emocional/la-emocion-de-la-tristeza)