SS: No me puedo imaginar lo que deber ser estar en esa situación, especialmente porque ya no solo van contra ti, sino hacia toda tu familia. ¿Tus hijos cómo lo llevan? ¿Entienden la situación en la que se encuetran?
AMR: La policía nos ha amenazó con lastimarlos si no paraba. Han tenido que dejar la escuela porque es demasiado peligroso. Cada vez que escuchan un coche acercándose a nuestra casa tienen miedo de que sea alguien que quiere hacernos daño, viven en constante miedo. La más pequeña tiene apenas siete meses y la más grande 13, pero entienden que lo que hago es importante para mi y para nuestra comunidad.
SS: Una situación realmente difícil. ¿Cómo encuentras la motivación de seguir adelante después de todo lo que tu y tu familia han sufrido?
AMR: Mi motivación son ellos mismos. Todo lo que hago, defender los ríos, las tierras, los bosques, el aire es para que nuestros hijos puedan tener el futuro que se merecen. El premio que acabo de recibir también me motiva a seguir, es una prueba de que nuestros esfuerzos están dando frutos y que hoy somos más fuertes que nunca. No importa cuantas amenazas más lleguen, estamos dispuestos a defender lo que es nuestro.
Ana Mirian y su hija en Dublín.
Ana Mirian recibe el premio Front Line Defenders
SS: Tengo entendido que Berta Cáceres también estaba en esta lucha contra la instalación hidroeléctrica. ¿Cómo ha afectado la muerte de esta gran activista en el movimiento?
AMR: Berta y yo luchamos por el mismo objetivo, ella fue una gran motivación para mi y para todos en el movimiento. Fue una gran tragedia lo que sucedió y sólo me queda imaginar todo lo que hubiera podido hacer por la comunidad. La presión ha bajado un poco desde su muerte porque muchos otros países han protestado por los derechos humanos, lo triste es que algo así tuviera que pasar para que consiguiéramos reconocimiento internacional.
SS: Parece que cada vez hay más matanzas de activistas hondureños. ¿Que piensa sobre esta situación de represión que hay actualmente en el país?
AMR: Bueno pues es una situación muy desafortunada. Entre 2009 y 2016 alrededor de 100 activistas ambientales han sido asesinados y cada vez son más los riegos a los que nos enfrentamos los defensores de los derechos indígenas. Creo que es tiempo que seamos reconocidos internacionalmente y que l mundo se de cuenta de lo importante que es su apoyo para nosotros. Eperamos conseguir el apoyo necesario y la seguridad para seguir adelante con la lucha porque no nos vamos a rendir.