HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 118

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Jürgen Graf
negado obstinadamente la imagen oficial de Treblinka. Su coacusado Suchomel, según el cual los judíos « marchaban, desnudos y ordenadamente a la cámara de gas », sólo cumplió cuatro años.
Así se hizo y se hace justicia en el « estado alemán más libre de la historia ». Un juez o un fiscal, que en estas circunstancias profesase dudas acerca del holocausto o de las cámaras de gas, sabría perfectamente que su carrera quedaría arruinada sin remedio. Por esta razón, juristas honestos nunca se prestaron para el papel de jueces y de fiscales en juicios de este tipo, sino dejaron que otros cumplan la tarea. Por su parte, los abogados defensores nunca negaron la existencia de las cámaras de gas, sino que se limitaban a poner en tela de juicio la participación de sus clientes en los crímenes.
Una descripción brillante del tema de los procesos contra nacionalsocialistas se encuentra en el capítulo 4 de El mito de Auschwitz de Wilhelm Stäglich; es la parte más importante de un libro desde todo punto de vista excelente. Al final de su obra, Stäglich comenta los resultados del juicio de Auschwitz con las siguientes palabras:
Este modo de llegar a una sentencia recuerda de la manera más embarazosa el método aplicado en los procesos medievales contra las brujas. Es sabido que también en aquel entonces, el crimen en si solamente se « suponía », ya que en el fondo no podía ser probado. Hasta los juristas más, renombrados de aquel tiempo... opinaban que en el caso de « crímenes difíciles de comprobar » se podía prescindir de instruir un atestado objetivo, si « la presunción » respaldaba la existencia del hecho. Los jueces medievales se encontraban en lo que atañe a la posibilidad de comprobación de las « relaciones carnales con el diablo », de las « pistas de baile de las brujas » y de disparates