HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 114
Jürgen Graf
En un primer momento parece muy difícil de comprender
que el gobierno alemán siga procesando a «criminales
nazis». Las razones por las cuales aún lo hace, son las
siguientes:
Así como las estructuras políticas de la DDR (República
Democrática Alemana) fueron establecidas por las fuerzas
de ocupación soviéticas, sus símiles en la RFA (República
Federal de Alemania) fueron formadas bajo el control de
los ocupantes occidentales, en primer lugar de los EE.UU.
Lógicamente, los norteamericanos tuvieron cuidado de que
en el semiestado alemán apadrinado por ellos, ningún
puesto prominente fuese ocupado por nadie que -- en
cuanto a los puntos principales -- se apartase de las
pautas que ellos establecieran. Más adelante, el
establecimiento político se reprodujo por sí mismo. Es ésta
una tendencia general, propia de estructuras jerárquicas:
tampoco llegará ningún librepensador o ateo declarado a
cardenal de la Iglesia católica romana.
Nuestra premisa es que los cancilleres de Alemania
occidental desde Adenauer hasta Schmidt creyeron en el
holocausto, al menos a grandes rasgos, y aun de no ser
así habrían tenido buen cuidado de no manifestar sus
dudas abiertamente. Durante la guerra fría, la RFA
dependía de la protección de los EE.UU. contra la
amenaza soviética. Si los gobernantes en Bonn hubiesen
dudado abiertamente del holocausto o desistido de llevar a
cabo «juicios contra criminales de guerra», la prensa
norteamericana, controlada en su mayor parte por
sionistas, habría reaccionado con un fuego nutrido
antialemán, envenenando las relaciones entre Bonn y
Washington. (Basta con recordar de qué manera los
sionistas denigraron durante años y años a Kurt
Waldheim por crímenes de guerra, en verdad inventados
libremente. Por mero temor a ser acusado de «antisemita»,
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