History, Wonder Tales, Fairy Tales, Myths and Legends Principales Leyendas, Mitos y Cuentos Chilenos | Page 91
-Kumelen
-¿Ayukuleimi?
-May
-Amuyu Lafquenmeu
-Feley
(Estoy bien)
(¿Estás feliz?)
(Sí)
(Vamos al mar)
(Bien)
Entre los remansos juegan a distinguir los árboles nativos que adornan el
contorno del Leufu (río). Las hermosas flores entre las rocas parecen fósforos
relucientes por las corrientes. De pronto los ruidos anuncian los rayos. El Chalwa
va dirigiendo el wampu, mientras el agua al chocar con la balsa levanta mucha
espuma.
Un día, en forma inesperada, el cielo se empieza a oscurecer, anunciando la
proximidad de una tormenta y el inicio de un gran peligro para la aventura. La
lluvia comienza a hacer estragos en las colinas y el Leufu se convierte en un
torrente turbio por las pequeñas cascadas de barro que se han formado.
Curiñancu espera hábilmente el tralka (trueno) y el llifke (relámpago) para
avanzar, gracias a lo cual descubren un refugio para pernoctar y protegerse de la
lluvia. Curiñancu utiliza la luz de la luciérnaga para iluminar la caverna, y
recuesta su cuerpo en la tibieza de la tierra para reposar y dormir. Al otro día,
nadie hubiera pensado que la lluvia había estado presente:
-¿Kumleimi Curiñancu, Umaueimi?
- May
- ¿Ayukuleimi?
- Amuyu wenuy
(¿Cómo estás Curiñancu, dormiste bien?)
(sí)
(¿Estás feliz?)
(Vamos los dos, amigo)
Siguen su viaje muy felices en compañía del antu (sol) y el kurruf; sin embargo,
repentinamente su alegría se ve truncada, pues al girar en un recodo de las
montañas más altas, un gigante les espera para cortarles el paso. Ambos están
perplejos. Una inmensa mole de cemento tiene aferrada para sí toda el agua del
leufu y sólo deja escurrir una pequeña cantidad por su boca, mucho menor al
cauce original. Los amigos se quedan mirando y comentan:
-¿Chumngechi rupay, Curiñancu?
-Ñochi, ñochi, Chalwa
(¿Cómo pasaremos, Curiñancu?)
(Calma, calma, salmón)
Curiñancu piensa rápidamente. Debe terminar su viaje, pero no puede dejar a su
amigo en la mitad del camino al Lafquen. De improviso, mirando al Chalwa,
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