History, Wonder Tales, Fairy Tales, Myths and Legends Principales Leyendas, Mitos y Cuentos Chilenos | Page 217

temporáneos se convertirían estas tierras en poco tiempo en huerta de paraíso, donde se cosecharía de todo y en abundancia. Habrán pensado, que una generación es un largo tiempo y hay que arriesgarse. Además sus erupciones fueron menores y de menos daño. Y si sucedían en verano, mientras quedaba poca nieve y hielo en sus cumbres, la lava se reducía a sólo algunos ríos y los daños ocasionados pero soportables. Por los menos confiaban, que la próxima erupción seria de menor grado. Pero el padre de Nahuel, el cacique de la tribu, había preferido edificar esta vez en lugar seguro. Tal vez no tan fértil como en la ladera del volcán, pero por lo menos a distancia mayor. Decidió construir su choza en la vera opuesta al lago Paimún. Igual se encontraba frente al imponente volcán, pero los separaba de éste el lago. También allí habían elevadas montañas, bosques tupidos y vertientes cristalinas. No importaba si éstas no podian competir con las laderas del volcán. Estas laderas de los cerros en la margen del Paimún estaban cubiertas con árboles sanos. Ñires, Coihues y Lengas. No faltaría madera buena para edificar bien, para cercar las huertas y corrales de los chivos. También para calentar el hogar durante los largos meses de invierno. Habían arbustos de todo tipo, bosquecillos de Radales, unos y otros Pehuenes viejos y cañas, cañas de colihue en abundancia. Edificó su choza a cierta distancia del lago en una ladera de aquel cerro. Desde allí tenía una visión estratégica sobre el lago, el volcán y sobre todo el valle de la pampa grande de la unión de los tres lagos. El Huechulafquen, el mayor de los tres y que desaguaba a todos por el río Chimehuin; el Epulafquen y el Paimún. Estos tres lagos se encontraban unidos entre sí como una hoja de trébol. Al temido Lanín lo tenían ahora directamente ante sus