busquemos otra cosa qué hacer, toda la vida
vamos a estar aquí trabajando en una casa
de familia, yo sé que no es un trabajo por
el que voy a sen�r vergüenza pero no le veo
futuro, se van a pasar los años y aquí
me�da…, entraste tú, seguí yo, después
siguen mis hijos, después los hijos de
mis hijos, y así sucesivamente, no!!!”.
Deciden entonces emprender un pequeño
negocio de comida, aprendieron a hacer
pasteles, hayacas, sopas, sacaban a la calle
la olla y vendían, con estos recursos
adicionales fueron sorteando sus afujías
económicas, pero su hermana sólo logró
llegar hasta el cuarto semestre, no fue
posible conseguir préstamos bancarios
porque el colegio donde estudiaron
no aparece en la resolución educa�va,
tuvieron que enfrentar la realidad: habían
sido graduadas en un colegio fantasma,
y con ello la esperanza de la familia de
contar con una profesional de la medicina
que se especializara en “esa que sacan los
bebés” se esfumaron. Como es comprensible
este nuevo tropiezo las afectó profundamente:
“Cuando nos salió que no podía seguir
estudiando, ella se bloqueó horrible…,
no quería saber nada del estudio, le decía
a mí mamá, parece que estuviéramos
malditas, Ana no pasó la Policía, yo no he
seguido estudiando, ¿qué más malo nos
puede pasar?” Ana trató de mantener su
esperanza arriba, la animó a buscar otra
profesión, estudió en SENA Atención a la
Primera Infancia y luego empezó a trabajar.
Entre tanto Ana fue empleada en otra casa
de familia, labor que alternaba con su
negocio de sopas y pasteles, donde conoció
al que ha sido su mejor amigo en la vida,
solo a él le pudo abrir el corazón y contarle
sobre su violación: “Se convir�ó en un apoyo
para mí, pero nunca tuvimos nada, ni él
nunca me propuso vamos a tener algo,
nada...”, también fue una especie de socio,
pues le ayudó a comercializar sus pasteles
en la Universidad donde estudiaba,
empezando con veinte pasteles, llegaron
a ciento veinte diarios, con esos recursos
alcanzaban a pagar arriendo, servicios
y otros gastos: “Se volvió un amigo muy
grande.., nunca lo vi con amor, con deseo…,
lo vi siempre como un amigo, como una
persona que llegó pues para ayudarnos…,
él llegó un día a mi casa y se enamora
de mi hermana y viceversa”.