estudiante, amante de las matemá�cas
que veía como un medio para construir
un futuro mejor, también admite que tenía
alma de Abogada: “Me gustaba mucho
las leyes, yo era de las que me paraba
a defender a la gente, así la gente estuviera
mal yo la defendía”.
AL CUMPLIR
QUINCE AÑOS
SU MADRE
QUISO
CELEBRARLO,
idea que Ana no compar�a ya que
era consciente de las limitaciones de recursos,
además del dolor que le significaba que
su padre no estuviera en este importante
evento de su vida: “No mamá no hay plata,
mejor nos comemos algo nosotras…,
crecí sin mi papá yo le decía, imagínate voy
a cumplir quince años…, el sueño de toda
niña es bailar con su papá el vals y el mío
no va a estar…, no va a ser fácil para mí”.
Pese a su insistencia, la madre y la familia
que la empleaba decidieron hacerle
una fiesta. Ana se llevaba muy bien con
el empleador de su mamá, a quien veía
como el padre que nunca tuvo,
él se ofreció a ser su compañero de baile:
“Él me llamó y me dijo…, mi regalo va a ser
bailar con�go, yo quiero que tú tengas tu
fiesta…, yo la quiero mucho desde
que ustedes llegaron a mi casa…, desde
que nosotros llegamos a esa casa yo tenía
dos años y medio …, ese señor nos cogió
desde pequeñas y él velaba por nosotras…,
yo le decía, don Jorge, no es lo mismo,
yo a usted lo respeto, pero no es lo mismo,
él me decía…, vamos a hacer…,
un día inolvidable para �…, y yo acepté”.
Efec�vamente resultó ser un día
inolvidable, a pesar de transcurrir la
celebración muy emo�va, no finalizó
de la forma más agradable, aún Ana siente
mucho dolor al recordar estos hechos…
los cuales la llevaron a una profunda tristeza
que repercu�ó en cambios de ánimo
reflejados tanto en el ámbito familiar como
escolar. Sobrellevando la situación, una vez
se gradúa del colegio, intentó ingresar
a la Policía, buscó a un hermano de su
padre, para que le transmi�era su
intención y la necesidad que le brindara
apoyo económico, pe�ción a la que
aparentemente asin�ó e inició el proceso:
“Me hicieron unos exámenes, empezaron
a inves�gar por donde yo vivía, cómo era yo,
quién era yo…, la entrevista no la pasé, esa
fue otra frustración, yo decía nada se me
ha dado, yo estoy des�nada a sufrir…,
no en�endo, mi papá se va, me violaron,
pasé trabajos de chiquita, crecí en el mismo
trabajo, mi mamá como muchacha
de servicio para darnos de comer, las
humillaciones, el bullying, ya estoy grande,
es hora que me pase algo bueno, qué más
nos �ene que pasar, me sen� fracasada”.
Su decepción, no le impidió pensar en su
hermana, cuyo sueño era estudiar medicina
y decidió buscar los medios para ayudarla
a hacerlos realidad: “Le dije a mi mamá
vamos a apoyarla, que si por el lado mío
no se dio, de pronto por el de ella sí”;
su hermana consiguió una beca para irse
a estudiar a Cuba, pero fue rechazada por
ser menor de edad, siguieron buscando,
recurrieron a préstamos y empezó
a estudiar, mientras ella seguía trabajando
en la misma casa de familia, para proveerle
los pasajes y recursos a su hermana,
hasta un día que decidió revelarse contra
su realidad y le dijo a su madre:
“ESTO NO
ES VIDA…