Historias de vida ZIKA Puerto Colombia | Page 9

El transcurso de ese primer año de Esteban, transcurrió sin muchos afanes, más allá de los derivados de la consecución de los recursos económicos para la supervivencia del grupo familiar, Yurani apoyaba a su madre en este rol con el desempeño de trabajos ocasionales cuidando otros niños. Un nuevo ingrediente, se suma a la situación familiar con la separación del hermano mayor, hecho que golpea de manera significa�va a la abuela, quien profesaba un gran amor por su nuera, y que además asume el cuidado de su otro nieto, el cual es tan solo unos meses mayor que Esteban y quien es su compañero de juego y peleas. Esteban Jesús al cumplir su primer año ingresó al centro de rehabilitación para niños, porque las manifestaciones de haber sido infectado por el Zika durante la gestación empezaron a hacerse más evidente, en el sistema locomotor que le impedían caminar y compromisos visuales: “Él le comenzó fue en la vista, se le puso el ojito blanquito, inclusive dije esta es la secuela, pero gracias a Dios es en la vista, eso se puede recuperar, poco a poco, ya �ene todo, y ya lo van a operar, gracias a Dios si lo operan para recuperar el ojito...”. En el centro esta tres veces por semana, en el horario de 8 a 1, un vehículo lo recoge en su casa, los costos de la atención son asumidos por su EPS. Mientras Esteban desarrolla estas ac�vidades, es un espacio para Yurani dedicarse a otras tareas del hogar: “Yo me quedo en la casa haciendo oficios, haciendo las cosas de él, lavándole las cosas, que todo lo tenga limpio, ordenado, cuando venga el este todo ya listo”. C UIDADO