Esteban es un niño muy madrugador, que se
despierta a las 5 de la mañana, sigue creciendo
con un gran carácter, que a veces lo hace parecer
de “mal genio o rebelde”; es afortunado porque
�ene y llama a dos mujeres “mamá”, que come
de todo, en especial pollo, pescado e hígado,
pero no le gustan tantos los dulces o los helados
como a otros niños de su edad, que ama la
música y �ene un extraordinario sen�do del
ritmo, le encanta bailar, seguro va a ser un gran
cantante y para ello su mamá está dispuesta a
apoyarlo con todo; dice Yurani: todos “los niños
nacen con un don, lo demuestran enseguida y el
mío compone canciones y las canta”. Hace un
mes y medio que está caminando y eso fue un
evento de gran emoción para la familia porque
él se soltaba, daba dos pasitos y se frenaba
porque le daba miedo: “Ese día estaba en mis
piernas, se bajó y se soltó, así, y mami, estoy
caminando!!! Sí, estaba feliz, ahí gritando,
hablaba muy bien y caminó toda la tarde, duró
una tarde, todo el día caminando”.
Esta valerosa mujer, quien no disimula la
humedad en sus ojos cada que habla de su hijo,
está convencida que su compromiso con
Esteban ha jugado un importante papel en su
recuperación, recuerda como siempre le habla
amorosamente y le explica lo que su hijo está
viviendo diciéndole: “ven mi amor, tú vas a
tener un poquito de dificultad en la vista, no
vas a poder ver bien así, pero tú vas a ver, tú
vas a ver que un día de estos vas a ver a mi
mamá, me vas a ver claramente porque yo sé
que tú me ves” y es el mismo “milagro” que
dice presenció cuando su hijo por fin caminó:
“él se arrastraba, pero nunca se me afligió por
eso, porque yo siempre le decía, tú vas a
caminar, mira, tú vas a caminar,
PONTE
FUERTE,
LAS PILAS,
VAS A
CAMINAR.
YURANI HA
TRATADO DE
RECONSTRUIR
SU VIDA
Yurani ha tratado de reconstruir su vida desde
las adversidades, hace dos años cuenta con una
nueva pareja de su misma edad, la cual contactó
a través de las redes sociales y solo accedió a
conocer en persona seis meses después; con
él viene afirmando su familia y viven juntos en
la casa de su madre; él resultó ser una “buena
persona” consciente y trabajadora, así sea
desempeñando laborales informales,
especialmente en la construcción, con largos
momentos de desempleo, actualmente cursa
por uno, dice: “Nos ha tocado duro, duro, duro en
estos días, hemos estado, mejor dicho, pasando
las duras”; aunque se ha conver�do en una figura
paterna para Esteban a quien quiere como su
propio hijo, Esteban le dice papá, e incluso su
mamá lo quiere como a su propio nieto; eso
lo explican aduciendo que a ella le tocó vivir
una situación similar a la de Yuranis.
Yuranis se muestra comprensiva frente a otras
mujeres, que estando en su misma situación
optaron por el aborto y señala: “cada quien es
libre y �enen…, el poder de decidir si quiere o no
quiere, en mi caso yo no quise. Pero yo las
apoyaría porque es su decisión y hay que
respetar su decisión. Así como a mí me
respetaron la mía, de que quería tener a mi hijo”;
�ene claro que para ella su hijo representó una
“bendición, mi hijo es lo mejor del mundo, es una
bendición grande, yo no me arrepiento nunca de
salir embarazada de él, estoy feliz con mi hijo,
estoy muy feliz con él”. Frente al padre bilógico
de Esteban, aunque reconoce que no guarda
afecto, piensa que su hijo debe decidir la relación
que debe sostener con él cuando sea grande,
momento en el que espera poderle a explicar
cómo sucedieron las cosas, y si él decide
perdonar a su papá, es libre, no lo va a obligar
a que lo odie.