Historias de vida ZIKA Puerto Colombia | Page 8

SUPER VIVEN CIA decidió nombrarlo así porque es un nombre bíblico: “Esteban era, la mano derecha de Jesús, de Dios, y Jesús, por él. Esteban significa corona, la corona y Jesús, él, el que todo lo puede”. Ella es una mujer creyente, católica, con rela�va frecuencia asiste a la iglesia, aunque hoy no tanto porque el cuidado de su hijo copa gran parte de su �empo, pero señala que le hace falta escuchar la palabra de Dios. Esteban abandonó el hospital cuando contaban 3 meses de nacido “que eran los nueve meses en la barriga”; ya pesaba 2,000 gramos y un poquito más alto, pero se demoró para crecer, se lo entregaron bajo su responsabilidad, con la instrucción que tenía que cuidarlo y eso lo hizo perfectamente: “El niño estaba gordo, yo lo llevaba a control cada mes, iba subiendo, subiendo y creció”. PARECÍA UN “NIÑO NORMAL, él tenía sus ojitos negritos y todo, pero yo sabía que tenía que tener cuidados porque a mí me dijeron, allá que había que esperar, lo único claro era que no tenía microcefalia”. Esto le dio cierto alivio a Yurani, su mamá e incluso su papá quienes se entregaron en cuerpo y alma al cuidado del niño; ella además en la noche asis�a al bachillerato nocturno, donde a través de un sistema flexible y haciendo dos años en uno, logró graduarse, con su hijo como invitado de honor que para la época ya contaba con 7 meses. Era el único niño en el grado, “todo el mundo estaba encantado, y decían que niño tan bonito, lo llevé con un chalequito, una camisita blanca y un pantalón en jean”.