Historias de vida ZIKA Puerto Colombia | Page 5

LA ANGUSTIA DE SENTIRSE SOLA SIN EL APOYO DE SU PAREJA la forzó a buscar a los padres de su novio, donde la respuesta automá�ca de la madre fue: “No, ese no es hijo de mi hijo, lo siento, busca al papá” Yurani solo respondió: “Bueno, está bien, yo no les voy a rogar para que respondan por el niño..., Si algún día les nace, háganlo, pero yo no les voy a rogar, y hasta el sol de hoy mi hijo no ha necesitado nada de ellos”. Del padre del hijo de Yurani hoy se sabe poco, no se graduó de su bachillerato, se dedica al mototaxismo, vive con otra mujer con la cual �ene una hija y jamás quiso conocer a su hijo, del cual sabe nació con problemas. Los primeros meses de la gestación de Yurani transcurrieron sin mayores contra�empos, contando con el apoyo incondicional de su madre, quien habiendo estudiado poco, sabe leer y escribir y con�nua trabajando en servicios domés�cos, aunque ahora solo por días y a quien reconoce como una mujer dulce, amorosa, esforzada por sostener a sus hijos y que siempre ha estado ahí, como la mejor. Su mamá cuando supo de su embarazo, obviamente la “regaño” y le llamó la atención al recordarle cuantas veces la había aconsejado que se cuidara, porque su pareja no le inspiraba confianza, “al fin y al cabo las mamás saben todo”, aun así nunca la dejó sola, jamás le dio la espalda, le dijo que había que enfrentar las consecuencias y que tenía que seguir estudiando para que pudiera sacar su hijo adelante: “Ella me ayudaba y apoyaba, cuando me puse mal mi mamá estaba ahí todo el �empo, ahí…”. En cambio su papa estaba muy molesto, él no le hablaba, solo volvió a conversar con ella a los cuatro meses que se le pasó la rabia y ahora con el niño está desplegando todo su amor.