Historia del Mercado de Tortosa LLIBRE+MERCAT+DE+TORTOSA+FINAL | Page 74

verídica? Si "La Verdad" no dispone de independencia para formular cargos, y significar la oposición que por lo del Mercado merece el Ayuntamiento, el Banco, el Arquitecto Municipal, y el Síndico Sr. Sacanella, no pase en absoluto silencio, a lo menos, un suceso que ha levantado la indignación pública, por culpa de los que en el asunto tienen participación, permitiendo abusos, uso de indebidas atribuciones, ingerencias extrañas, , y todas las y defectos que desdicen de la construcción de un Mercado poco sólido, nada elegante y aún menos, agradable. -------------------------------- "La Verdad " del martes último, pocas horas antes del fracaso del mismo día, ocurrido en el Mercado, escribía lo siguiente: «Se está dando gran impulso a las obras del Mercado en construcción, con el objeto de terminar lo mas pronto posible, las obras de albañilería, para proceder a la colocación del armazón de hierro que ha de contener el tejado.» ¡Pobres bóvedas y pobres obras de albañilería, decimos nosotros, si en las condiciones falsas que quedan las obras, se coloca el armazón de hierro, como decía "La Verdad" antes del desplome! Como no se solidce la construcción y no se afiance la firmeza de aquellos lienzos, tememos que cualquier día se registrarán, por causa de otros desperfectos, lamentables desgracias. Bueno, bueno, bueno está el Mercado para recibir el peso de los armazones de hierro, y de los tejados que anuncia el diario de cámara. Es aquello, cosa de baratillo. DIARIO DE TORTOSA - 31 de Octubre de 1885 No podía ser otra cosa. Lo dijimos mil veces y no se nos escuchó; lo demostramos otras tantas con razones científicas, con argumentos convincentes y el Mercado continuó subiendo por un milagro de equilibrio y elevándose cada día mas, bajo la inmediata inspección del Sr. Sacanella, juez y parte en este litigio, sobre unos cimientos tan poco sólidos, como los conocimientos arquitectónicos del Sr. Abril, amenazaba desplomarse sobre la cabeza del mas inocente de los transeúntes que pagara así las punibles complacencias de la trinidad fraternal tan funesta para Tortosa y de un establecimiento de crédito, que así confía sus intereses, en manos tan desdichadas como las del Sr. Sacanella. Lo sucedido no debe sorprender a nadie, como no nos ha sorprendido a nosotros. Lo que ha sucedido hoy, al mas ligero impulso del viento, sucederá mañana a la mas pequeña lluvia que reblandezca y desmenuce la sencilla trabazón que une aquellas febles paredes y a la menor avenida del Ebro que desarraigue aquellos cimientos, apenas si trabados con el subsuelo por unas cuantas estacas. Pero no; decimos mal, eso, no sucederá mañana, porqué antes, mucho antes, se desplomará, siguiendo las mas rudimentarias leyes de la gravedad, que tanto parece desconocer el Sr. Abril y caerá, porqué esos inmensos lienzos, el los que mal podían abrirse ventanales, cuando apenas sin ellos, se sostienen, están completamente desequilibrados, el centro de gravedad cae mas allá de la base de sustentación y es tan notable el desplome que, sin parar mientes en aquellas grietas que van dibujándose, basta solo tirar una visual desde una de sus aristas, para convencerse de la inminente ruina del Mercado, ya moribundo antes que nacido. Y no se crea que la opinión pública fuertemente impresionada, vaya a satisfacerse y tranquilizarse con el cambio de unos cuantos ladrillos, con un sencillo retoque, no; es necesario que el remedio sea heroico, proporcionado a la enfermedad; que aquellas paredes que oscilan al menor impulso, se - 74 -