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Un buen retrato del tercero que componía el tríduo…
DIARIO DE TORTOSA - 15 de Octubre de 1885
¿No ha descansado aún de su viaje el Arquitecto Municipal Sr. Abril, después
de sus fatigas de este último verano con sus prolongadas vacaciones y su
mieditis colérica?
DIARIO DE TORTOSA - 16 de Octubre de 1885
Ayer, por disposición del Juzgado, debió sufrir embargo en sus bienes, D.
Bernardo Sacanella, por haber dejado de satisfacer las costas a que fue
condenado en los dos juicios de faltas, a que dio lugar su intemperancia.
LA VOZ DEL PROGRESO – 20 de Octubre de 1885
EL MERCADO DE TORTOSA
Envasados los cimientos en la forma apuntada en el articulo anterior (que
no ha sido localizado), dando un metro de espesor a todos ellos, excepto al del
frente del río Ebro, cuya diferencia en contra de este, ni se comprende ni se
explica pues, dado el papel que unos y otros cimientos desempeñan, los de la
parte del río deberían tener mayor espesor, y solo tienen ochenta centímetros;
bien pronto los hechos desprendidos de las circunstancias que acompañan y
caracterizan la naturaleza de la obra, vino a dar una idea clara de lo que se
puede esperar de la construcción edificio que nos ocupa; el río Ebro hizo una
crecida casi extraordinaria y mucho antes que las aguas rebasaran la altura del
muro de fechada estaban los encasillados allí adosados (y cuyo objeto no
conocemos) llenos de agua, clara y filtrada se habrán creído nuestros lectores,
pero nada de eso, el agua es cuestión era una lechada de cal y cemento, de
modo que la presión que en el exterior ejercía el agua, arrebató en su filtración
a los muros, todas las partículas tenues de cal, cemento y arena, lo cual induce
a creer que la construcción era defectuosa y que al perder los muros aquella
cantidad de materiales, debían quedar millares de millones de oquedades
abiertas por las filtraciones y por consiguiente, la solidez de los muros
mermada en gran manera.
Envasados pues, como decíamos, los cimientos; dispensándose
contratante y contratista, activa y hasta sagaz vigilancia que debe ejercerse en
toda obra, máxime cuando esta se realiza por contratos y subcontratos, se
llegó a tener dispuesto el emplazamiento para la colocación de los zócalos de
sillería, no sin antes haberse equivocado lastimosamente el Arquitecto
Municipal, D. Juan Abril y Guañabens en la colocación de las planchas de los
tirantes fijadores, (suponemos) que se hubieron de levantar, deshaciendo el
hormigón y la mampostería, para volverlas a sentar de nuevo.
Este primer tropiezo, del Director del Mercado, que observaron hasta los
mas profanos en el arte, debía haber bastado para que el Ayuntamiento
contratante y los contratistas hubiesen advertido en que manos se hallaba
confiada la dirección y ejecución de las obras mas importantes que ha
realizado el Municipio de Tortosa hasta la fecha; pero, se pasó por alto, era
preciso que viniesen otros y otros hechos de esta índole, pero de gran bulto y
aún así no habían de convencerse unos y otros de la verdadera realidad.
Llegó el replanteo del edificio, y como la fatalidad persigue de hecho este
asunto, y si no es la fatalidad, puede tal vez ser la ignorancia u otra a cual
peores, el Señor Arquitecto Municipal Don Juan Abril y Guañabens, se
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