Historia del Mercado de Tortosa LLIBRE+MERCAT+DE+TORTOSA+FINAL | Page 243

LOS DEBATES - 13 de Septiembre de 1891 El HOTELS DELS BURROS Ayer vimos que en el establecimiento del Sr. Murall, entraron a comprar pan unos forasteros, de los que se dedican a la recolección de aceitunas, y mientras estaban en la compra, apareciese por allí un alguacil y desató la caballería que estaba en el exterior y se la llevó al Hotel dels Burros. Visto por el Sr. Murall, protestó de aquel acto, sin poder conseguir que se devolviera la caballería a sus propietarios. Fueron entonces éstos a casa del Sr. Alcalde D. Julio González a rogar su devolución, entregándoles una tarjeta para D. Juan Abril, diciéndole que la entregase mediante pago. La caballería fue entregada, pero, por los pocos momentos que estuvo allí metida, les cobraron un real de multa y cinco céntimos por la estaca. Esto es un serio obstáculo para los establecimientos comerciales de Tortosa, para favorecer a todo un señor Arquitecto Municipal. ¿No tienen otra obligación los empleados municipales que llevar burros al hotel? ---------------------------- El Hotel dels Burros, en el Ensanche del Temple, propiedad del Arquitecto Municipal y Diocesano Sr. Abril, comienza a dar las naturales consecuencias que siempre presumimos. No basta el afán de saturarse de ilegalidades que siente el caciquismo imperante; contra toda razón y justicia, se levantaron los tabiques de ladrillo que forman el Hotel. ¿Ilegalidad? Sin duda se refiere a la denuncia formulada, que vemos anteriormente en los Acuerdos Municipales de fecha 9 de mayo de 1887. No basta convertir aquel sitio en un estercolero que apesta al vecindario. Era necesario que el negocio se redondease con el auxilio de la Alcaldía y para esto, nada mas cómodo que obligar a todas las caballerías y carros forasteros que llegan a esta ciudad, hospedarse en tan incómodo establo. Así se ha visto estos días al Sr. Abril, el Arquitecto Municipal y Diocesano, andaba a la caza de carros, y así como asomaba uno por la carretera, se cogía a las riendas y no las soltaba hasta tenerlo en su Hotel, ayudándole en esta tarea el alguacil Fernando Fabregat. Y no contentos aún con estas barrabasadas, el mismo D. Teodoro, amenazó a los hosteleros del Temple y de la Baranda, con hacerles cerrar sus establecimientos, para dar de esta suerte, mas negocio al Sr. Abril. Pero el Sr. Abril, que se precia de cristiano ferviente, de católico sincero, que todos sus actos están inspirados en la sana moral del Crucificado con que adorna su despacho, no puede consentir que esos infelices se queden en la calle, y se le ha ofrecido el Hotel dels burros, por el módico alquiler de ¡50 duros mensuales! Al trote que marcha el caciquismo local por la pendiente des favoritismo y de la ilegalidad, da mas que repugnancia, verdadero asco. Todo un señor Diputado a Cortes metido a protector del Hotel dels burros. Menos mordaz y mas natural la queja formulada por otro periódico, censurando mas las irregularidades del Alcalde, que de su esbirro. CORRESPONDENCIA DE TORTOSA - 18. 9. 1891 EL HOTEL DELS BURROS Sigue el descontento general en la ciudad por el establecimiento del Hotel dels burros, situado en la mejor y mas pública calle de Tortosa. - 243 -