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PREPARATORIA
El color, con el énfasis puesto en los rojos, blancos y negros, remite a
las influencias de los maestros de la Galería Española, especialmente de
Zurbarán. Al fondo, en la parte superior, se recorta un simple crucifijo
como un elemento más del ceremonial -desde luego, no el más
importante- que se alza por encima de la «democrática» disposición de
los personajes, lejos de toda jerarquía.
A diferencia de toda la pintura religiosa ejecutada hasta entonces, y
rechazando todas las tradiciones iconográficas sobre el tema, así como
toda referencia de tipo trascendental o supranatural —el alma del
fallecido
es
irrelevante—,
Courbet
realiza
con
esta
obra
una
declaración plástica de lo que entiende por realismo al representar la
escena exactamente tal cual es, objetiva y empíricamente.
No hay intenciones satíricas, anticlericales o políticas («Es pintura
socialista», gritará más de uno); simplemente, la más absoluta y aséptica
«verdad», observada con mirada impersonal, incluso tal vez con aquella
misma mirada ingenua, como la de los distraídos monaguillos de la
composición, que debió de tener el pintor en su niñez y con la que
debió de contemplar más de una ceremonia de este tipo durante su vida
en Ornans. L. Nochlin establece una comparación entre esta obra y El
entierro del Señor de Orgaz (1586-1588), poniendo de relieve los dos
espacios en que se divide la misma: el inferior o terrenal, donde se
desarrolla la escena material, y el superior o celestial, donde tiene lugar
la divina. Realidad o irrealidad son intercambiables.
Pero Courbet tiene muy claro que no es así. La única realidad para él
es la tangible, la de la parte inferior del cuadro del Greco. ―No puedo
pintar un ángel porque nunca vi ninguno", afirmará. La composición fue
acusada de carecer de «dignidad», de «caricatura innoble e impía», e
incluso se le recriminó la acusada «fealdad de los personajes». En
efecto, esto ―ya no es una fiesta para los ojos‖ (Delacroix), sino que es
el entierro del Romanticismo. A partir de ese momento, el nombre de
Courbet estaría irremisiblemente unido al del Realismo.
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