Historia de Motril | Page 94

El otro elemento de gran importancia y en muy buen estado de conservación es el acueducto romano del siglo I d. C., que aportaba el agua dulce que necesitaban la ciudad y sus factorías procedente del paraje de Las Angosturas, en el río Verde, cercano a la actual localidad de Jete. Está construido con lajas de pizarra, lo que le otorga una gran uniformidad, y cuenta con unos
7 km de longitud aproximada, destacando sus cinco tramos elevados sobre arcadas( arcuationes) construidos en opus incertum, un tipo de mampostería sin labrar. El de Torrecuevas, en la margen derecha del río Verde, es el de mayor longitud( unos 130 m) al contar con un total de diecisiete arcos normales, dos reducidos y pequeños arquillos de aligeramiento en los pilares. Más al sur y tras haber cambiado de cuenca, pasa a la ribera izquierda del río Seco, donde sobresalen otros tres tramos aéreos sobre típicas arcuationes: el primero, de un solo piso( seis arcos y 40 m), mientras que los tramos II y III cuentan con dos pisos y unos 70 m de longitud( diez y once arcos respectivamente). Por último, el trozo más recientemente descubierto, el denominado acueducto IV o de la Carrera de la Concepción, de un solo piso, diecisiete arcos y cien metros de longitud, estaba situado justo a la entrada de la antigua ciudad romana y actuaba como « vientre » horizontal del sifón que utilizaron los constructores romanos para que el agua salvara una gran depresión del terreno que hay en esa zona. Uno de sus arcos, con una especie de moldura decorativa a sus lados, pudo servir como portada de acceso, a modo de un arco triunfal. Contiguos han aparecido restos de lo que pudieron ser construcciones funerarias que se solían situar en las entradas de las ciudades. Por su parte, ya en el casco urbano, el acueducto seguramente terminaría en un depósito( castellum aquae) que dispondría de una torre hueca o columnaria, por la que ascendería el agua hasta rebosar y depositarse plácidamente en esa cisterna final, tal como los describieran en su día los cronistas al-Idrîsî en el siglo XII y al-Himyari en el XIII. Posteriormente el agua se distribuiría a las factorías de salazón que rodeaban por completo la ciudad romana 48.
Otros restos arquitectónicos de cierta relevancia son el conjunto de bóvedas y galerías romanas denominadas popularmente « cuevas ». Datan del siglo I d. C., cuando Sexi sufre una profunda remodelación urbanística más acorde con las necesidades y características de una ciudad romana. Es el momento en que se construyen el acueducto, el teatro, foro y templo principal. Dadas las escasas posibilidades de espacio para la ubicación de estos edificios públicos, se recurre a la construcción de una plataforma sobre la cima de la colina del cerro de San Miguel, sustentada por todo este conjunto de bóvedas o subconstrucciones( sótanos) llamadas por los vecinos « cuevas », y que aún hoy en día en parte son habitadas. Las edificaciones que constituirán el foro de la ciudad serán construidas sobre esta plataforma, y se conservan en la actualidad de todo el conjunto algunas de estas bóvedas.
Aunque dentro del casco histórico almuñequero se han distinguido tres áreas, destaca sobre todas ellas el conjunto del entorno de la plaza Eras del Castillo. Sobresale la cueva de Siete Palacios, actual sede del Museo Arqueológico Municipal, denominada popularmente de esa forma por poseer una estructura de bóveda central atravesada por otras siete de menores dimensiones. Está rodeada de restos de construcciones muy similares, aunque en peor estado de conservación 49.
Por lo que respecta al teatro, monumento que es esencial dentro de cualquier ciudad romana de cierta importancia, se sabe que estuvo situado en la parte superior de la ladera oriental del cerro de San Miguel, concretamente en la zona de la actual calle Angustias Moderna, cercana a la cueva de Siete Palacios. En consecuencia, debió construirse casi colindante al foro de la ciudad sexitana. La cavea o graderío del teatro estaría apoyada sobre la ladera rocosa del cerro, aprovechando una hondonada natural del terreno al este de Eras del Castillo, que permitiría a los espectadores protegerse de los vientos de poniente, y la scaena o escenario( localizado en la calle Angustias Moderna) protegería de los vientos de levante. El arquitecto Manuel Montilla, estudiando los escasos restos visibles y con la planimetría topográfica y catastral municipal, realizó una hipótesis de las dimensiones que podría tener el edificio. La cavea tendría un diámetro máximo de 64 m, obteniendo un radio máximo de 32 m y mínimo de 12 m en la orchestra. Considerando una altura total de 8 m, se obtendría un aforo aproximado de unos
3.750 espectadores sentados. Por desgracia, el arqueólogo municipal F. Molina Fajardo se jubiló antes de que pudieran realizarse algunos cortes estratigráficos que pudieran corroborar esta hipótesis, y no ha sido cubierto el puesto que desempeñaba por el actual Ayuntamiento de Almuñécar 50.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 94 05 / 01 / 2011, 10:23