Mezquitilla y Chorreras, entre otros), y hacia la más lejana Gadir( Cádiz). Ya abundan los estudiosos que desmitifican la importancia de Cádiz en los primeros momentos de la colonización frente al relevante peso comercial de los restantes asentamientos fenicios costeros andaluces. En cualquier caso, no se nos escapa que Seks es el asentamiento fenicio más importante del sur peninsular, quizás después de Gadir, y que realizaba un fuerte control sobre un amplio hinterland, tanto por tierra como, especialmente, por mar.
Cuando a finales del siglo IX o principios del VIII a. C. arriban a Almuñécar los colonizadores fenicios venidos de la ciudad-estado de Tiro, encuentran a la población indígena, culturalmente en el Bronce Final, asentada en la parte superior del cerro de San Miguel, en la zona de la actual plaza Eras del Castillo. Los nuevos pobladores se establecerán cerca de la línea de costa, en la ladera occidental del cerro, en la zona norte de lo que siglos después sería la factoría romana de salazones del parque de El Majuelo, concretamente en el área que rodea el actual puente que cruza el yacimiento, según se desprende de las intervenciones arqueológicas realizadas por F. Molina Fajardo en la década de los ochenta. Se trata, pues, de sociedades completamente distintas entre sí, y sin duda hubiese sido muy interesante observar el comportamiento de grupos culturales tan dispares conviviendo prácticamente en el mismo espacio. Con el transcurso del tiempo( quizás un par de generaciones) los colonizadores semitas se asentaron sobre el citado cerro, que gozaba de una situación geográficoestratégica muy apreciada por ellos, pues su forma de península elevada entre las ensenadas de los ríos Verde y Seco proporcionaba sendos fondeaderos, a levante y a poniente, que servirían de protección para las naves según la dirección de los vientos, al igual que sucede en otras colonias fenicias, entre ellas la cercana Selambina 25.
En los siglos siguientes se producirá un mestizaje de la población de tal forma que a partir del siglo V a. C. ya se puede hablar de una verdadera ciudad fenicio-púnica, ya que los elementos culturales de los colonizadores fueron borrando las huellas de la cultura indígena precedente. A finales de esta centuria arranca la construcción de la factoría del parque de El Majuelo, que produciría con el tiempo las afamadas salazones y salsas de pescado, entre ellas el garum sexitanum, que se exportarán a todos los rincones del Mediterráneo.
Pero, sin lugar a dudas, son las tres áreas de enterramiento de la ciudad, localizadas en los cerros cercanos y separadas del núcleo urbano por las bahías donde desembocan los ríos, las que nos han proporcionado la mayoría de los restos materiales, algunos de ellos espectaculares. Por su importancia, pasamos a dedicarles un capítulo completo.
ARQUEOLOGÍA FUNERARIA Y NECRÓPOLIS EN LA SEXS FENICIO-PÚNICA
La ciudad fenopúnica de Sexs tuvo, durante su existencia, varias áreas de enterramiento, que seguidamente pasamos a tratar por orden de antigüedad. Veremos, en primer lugar, la necrópolis Laurita, llamada así en honor a su descubridora, Laura de Prieto Moreno. Está situada en la vertiente oriental del cerro de San Cristóbal( también se la conoce por esta otra denominación), en su ladera media y alta, que en la época en que se utilizó como lugar de enterramiento se encontraba justo al borde del mar. El hallazgo en su momento tuvo una importancia crucial, ya que provocó un vuelco en el estudio del mundo fenicio en la Península, tan necesitado por entonces de trabajos de investigación de las colonias fenicias de nuestro litoral.
Fue excavada por el equipo de Manuel Pellicer a inicios de la década de los sesenta 26, cuando
De izquierda a derecha:
Vaso de alabastro( alabastrón) de Chechonq III reutilizado como urna cineraria en la tumba 16 de la necrópolis fenicia de Laurita( Almuñécar).
Alabastrón del faraón Takelot II reutilizado como urna cineraria en la tumba 20 de la necrópolis fenicia de Laurita( Almuñécar).
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 87 05 / 01 / 2011, 10:23