Historia de Motril | Page 61

ha permitido saber que su ocupación tuvo lugar en un período húmedo y cálido con una gran extensión del bosque caducifolio y del encinar donde vivía una fauna abundante y variada. Se cree que se trataba de un hábitat estacional relacionado con la caza, aunque se desconoce si había algún tipo de especialización en la misma. Su excavación arrojó a la luz diferentes útiles líticos en sílex como puntas de armas arrojadizas, buriles, raspadores y hojas retocadas; también se hallaron útiles óseos como punzones y retocadores y algunos fragmentos de ocre utilizados para los enterramientos( los cadáveres mencionados, espolvoreados de ocre, descansan sobre un lecho de este mineral) y para manifestaciones artísticas. Especialmente interesante fue el hallazgo de objetos de adorno de concha marina, que indican su relación con la costa.
EPIPALEOLÍTICO
De esta etapa de la prehistoria, que es la que sigue al Paleolítico y que cronológicamente se sitúa entre el 8000 y el 5000 a. C., tampoco tenemos evidencias directas en Motril ni en toda la costa de Granada, donde grupos humanos epipaleolíticos seguramente estaban presentes.
No obstante, en la base de los cortes estratigráficos que se realizaron en la cueva del Capitán de Lobres( Salobreña), que arrojaron niveles de ocupación neolíticos, apareció un nivel que Pellicer 11( el primer arqueólogo que en 1963 llevó a cabo uno de los dos sondeos que se hicieron en esta cueva) cree que podría corresponder al Epipaleolítico de tipo micro-laminar por la presencia de huesos quemados y restos de ictiofauna y malacofauna, la ausencia de cerámica y la naturaleza del relleno( arcillas sueltas), que parece indicar la continuidad del sustrato de ocupación. Sin embargo, Navarrete, que en 1970 realizó un segundo corte contiguo al anterior, no hace ninguna referencia a un posible nivel de base epipaleolítica.
Los grupos epipaleolíticos( y también los del Paleolítico Superior) desarrollaron una economía de amplio espectro que les haría ser unos expertos recolectores perfectamente adaptados al medio. Entre los recursos forestales está bien documentado en cuevas cercanas como la de Nerja el importante consumo de aceitunas, bellotas y piñones.
La utilización de recursos marinos era también una constante. Los restos malacológicos que dejaron han permitido seguir la progresión marina en esta parte del Mediterráneo durante la transición Pleistoceno-Holoceno. Así, durante el Magdaleniense las especies más consumidas eran berberechos y almejas, lo que indica la presencia de una llanura costera somera que se extendería en esta etapa glacial hasta el límite de la plataforma continental( unos 4 kilómetros). La transgresión marina holocénica hizo que el mar inundara esta llanura hasta aproximadamente la costa actual donde predominan los acantilados. Este hecho queda reflejado en la sustitución del predominio de los moluscos consumidos a favor de mejillones y lapas, especies típicas de costas rocosas.
Secuencia climática y paleobotánica del final del Pleistoceno( Tardiglacial) y del Holoceno en la región mediterránea( Fuente: J. Bernabeu, J. E. Aura y E. Badal: Al Oeste del Edén. Las primeras sociedades agrícolas en la Europa mediterránea, 1999).
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 61 05 / 01 / 2011, 10:22