MORFOLOGÍA DEL RELIEVE: PLANICIES Y CERROS
Motril se encuentra en la parte central del sistema Penibético, la Bética en sentido estricto, formando parte del complejo Alpujárride 4. Pese a ello, la altitud media del término es muy escasa: sólo treinta y nueve metros. La presencia del delta del Guadalfeo, con una altitud de diez metros, la existencia de dos llanuras, y la escasa altitud de la mayor parte de las montañas del término, son los responsables de la poca altitud.
Al estar en las estribaciones de la cordillera, formando parte de las sierras menores en contacto con el Mediterráneo, las elevaciones del municipio son de escasa altitud, a pesar de que las máximas alturas de dicha cordillera se encuentran a tan sólo treinta y cinco kilómetros de distancia lineal, en las cumbres de Sierra Nevada, que son también las máximas elevaciones peninsulares.
La orografía del territorio concentra las elevaciones en su zona norte, formando una corona montañosa. De oeste a este los montes motrileños arrancan desde el Tajo de los Vados, dejando atrás la sierra del Chaparral en el término de Salobreña. La primera es la sierra de Escalate, que se extiende hacia el noreste y tiene su máximo altitudinal ya en el término de Vélez Benaudalla, a 657 metros. Siguiendo hacia el este aparecen: la sierra del Jaral, la sierra de Lújar y la sierra de Carchuna, serranías que se continúan hacia el este por el término de Gualchos y Lújar hasta encontrarse con la sierra de la Contraviesa.
Todas estas serranías componen una orla semicircular, limitando el territorio estudiado por su parte norte y este. La altitud aumenta en dirección noreste, de forma que, visto desde el mar, Motril aparece cercado por una línea de cumbres que alcanza el máximo en el Cerro Alto, a
1.004 metros en la sierra del Jaral, en el vértice N / E, limítrofe con los términos de Vélez Benaudalla y Lújar. Son cumbres que responden al modelo de relieves alomados característico del sistema Bético: escasa altitud y ausencia de aristas o fuertes pendientes salvo en el caso de los tajos, Tajo de los Vados, y los acantilados que llegan al mar, cabo Sacratif.
Una manifestación de ese carácter alomado de las elevaciones del término es la propia toponimia. Las dos cumbres a espaldas del núcleo urbano de Motril, que forman parte del horizonte al norte de la ciudad, tienen por nombre Cerro Gordo( 529 metros) y Cerro del Toro( 318 metros), mientras que Cerro Vázquez( 337 metros) separa los núcleos de Torrenueva y Carchuna.
Cerro es el nombre más repetido para designar elevaciones del terreno: además de los ya nombrados existen también el Cerro Molinero, Cerro del Gallo o Cerro de la Monja. Son elevaciones aisladas de forma alomada y con alturas inferiores a las de montes o montañas, con valores que en su mayoría están por debajo de los
500 metros. Incluso alturas de mayor importancia, como las del Conjuro( 832 metros), cuya línea de cumbres cierra Motril por el este, presentan una silueta ondulada, de sucesión de cerros o lomas.
Partiendo de la orla montañosa que circunda Motril, dentro del término existen otros dos conjuntos de cumbres, ramales de las sierras del perímetro. Bordeando el núcleo urbano de Motril, por el oeste, están los cerros hasta el siglo XIX conocidos como Magalite, más nombrados hoy
De izquierda a derecha:
Montañas localizadas en el vértice NO del término municipal. Pertenece a la sierra de Escalate, en su arranque hacia el este desde la garganta del Tajo de los Vados. Responde al tipo de elevaciones dominante en la zona: escasa altitud, formas alomadas, plegamientos … En este caso concreto, litología caliza.
Cerro Gordo. Una de las cumbres más representativas, que forma parte( junto con el Cerro del Toro) del skyline de la ciudad de Motril. Pero, esta vez, visto desde una posición no convencional: desde el norte. Sigue el modelo de escasa altitud, formas suaves y escasa pendiente en las laderas.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 37 05 / 01 / 2011, 10:22