calizan en sus márgenes, como es el caso de Paterna en época romana( yacimiento del Maraute), así como su posterior ocupación islámica( Batarna). En segundo lugar, su utilización como salinas al menos desde el siglo
XVI, que muestra tanto su cercanía al mar como su posición infrayacente a él.
Por el contrario, la gran llanura litoral de Carchuna-Calahonda tiene un origen bien distinto. De acuerdo con Lario 28, su formación se debe al adosamiento de sucesivos cordones litorales sobre el relieve del cabo Sacratif alimentados por sedimentos procedentes del este( río Adra y ramblas de Albuñol y Gualchos). A través de dataciones isotópicas y análisis geomorfológico, este autor distingue tres fases de construcción reconocidas anteriormente en otras zonas del Mediterráneo. La más antigua de ellas y más cercana al cabo se conformó en el periodo comprendido entre los 4.400 y 2.700 años BP; la siguiente entre 2.400 y 700 años BP y la tercera y última en los últimos 500 años.
Los restos arqueológicos e históricos existentes corroboran esta hipótesis. Así, el farillo de Calahonda se localiza en el tramo más reciente de la costa, cuyo crecimiento lo ha dejado plenamente integrado tierra adentro. Al norte, tanto el alfar romano del cortijo de las Ánforas como la torre musulmana de la cueva Bigotes se encuentran sobre el límite de la última unidad sedimentaria y, por tanto, cerca de donde se localizaba la antigua línea de costa. Finalmente, la cantera de extracción de piedras de molino aparecida en las cercanías del campin y sobre la rompiente explotaba rocas cuya antigüedad es cercana a los 2.400 años, por lo que pudo ser abierta a partir de la colonización romana.
LA ERA DE LAS CIVILIZACIONES
En base al polen, las variedades de conchas marinas 29 utilizadas como alimento y los restos vegetales procedentes de su dieta encontrados en los diferentes yacimientos de la costa, podemos deducir que el clima osciló desde condiciones frías durante el Epipaleolítico( IX a VI milenio a. C.), templadas hacia el Neolítico antiguo y medio( VI a III milenio a. C.), y finalmente cálidas durante el Neolítico reciente y Calcolítico. A escala general estos cambios se corresponden con los periodos climáticos boreal, atlántico y subboreal, en los que se producen oscilaciones desde condiciones frías y húmedas hasta secas y cálidas, con casi 2 º C sobre el clima actual.
Durante la prehistoria hasta la Edad del Bronce, la actividad humana sobre el territorio fue limitada, dando lugar a aclareo del bosque con fines ganaderos, agrícolas y madereros( construcción y combustible), para posteriormente intensificarse debido al inicio de la metalurgia con la consiguiente acción sobre el relieve y el bosque. A partir del 2500 BP el clima se hace bastante irregular aunque algo más húmedo. Es el periodo subatlántico, que se extiende hasta la actualidad.
La presencia íbera, púnica y romana debió profundizar en esta estrategia de ocupación de las llanuras y laderas con fines agrícolas y mineros. Los asentamientos calcolíticos son reutilizados sucesivamente por las civilizaciones posteriores conformando ciudades que perdurarán desde ese momento hasta la actualidad. Es el caso de Salobreña y Almuñécar, Selambina y Sexi, en cuyo sustrato arqueológico se encuentran vestigios continuados de todos estos periodos. La vega, especialmente la parte oriental, menos propensa a las inundaciones y encharcamientos, sigue siendo utilizada como ya lo fue durante el Neolítico a tenor de los restos de cerámica recogidos en diferentes sondeos 30 y en los hallazgos de la playa de las Azucenas.
La transformación del territorio durante este periodo debió ser algo más intensa. La presencia de factorías de salazones y el abasteci-
Un momento de la secuencia de construcción del delta del Guadalfeo en los últimos 6.000 años( basado en Hoffmann, 1988; Maqueta museo de Salobreña).
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 25 05 / 01 / 2011, 10:22