Historia de Motril | Page 203

calista velará atento porque ineludiblemente todos los españoles, desde los más poderosos, cumplan con este deber de justicia y nada turbe el equilibrio y la armonía del mundo de la producción, imponiendo a la par a todos una sola preocupación y un empeño fundamental: el de producir y crear por el servicio del trabajo, rendido con eficacia inexorable, la grandeza de España.
Momentos difíciles son en verdad los que vivimos, como consecuencia de la guerra más dura de nuestra historia. Pero sobre ella se cierne la luminosa esperanza de una pronta reconstrucción de la Patria y de una era feliz de prosperidad fecunda, si todos sabemos aportar sin desmayos ni flaquezas nuestro esfuerzo cotidiano al servicio del interés supremo de España, unidos y enlazados en un haz de hermandad. A los que en las trincheras combatieron y sucumbieron los vinculó fraternalmente un ideal común de redimir a España. España ahora redimida nos conjura, por los que dieron su sangre generosa, a que traigamos a la vida llena de afanes de la producción aquel ambiente puro de las trincheras y consagremos la condición de hermanos de los productores todos. Nuestra hermandad no es aquella vaga y huera solidaridad humana que exhibía el marxismo, mera trabazón materialista de los intereses. Nace de un mismo destino cristiano de trabajo y de un mismo concepto de la vida informada por los ideales eternos de nuestra tradición, a los que se sirve a través de una Patria Imperial, hecha grande e idónea para cumplir otra vez en la historia la misión universal a que está predestinada.
Al celebrar el ágape de nuestra fraternidad y de nuestra alianza para la gran Cruzada del Trabajo, creador de la España fuerte, nos reunimos aquí hoy en esta gran familia de nuestra empresa. Todos, cada uno en su puesto, como en un batallón del Ejército de la paz, afirmamos ahora que desde esta célula de inmensa y varia colmena del trabajo nacional, desde esta comunidad productora, cuya unidad social robustece la conciencia de sentirnos militantes de una España sindical fraterna, prometemos entregarnos con alegría a la tarea de plasmar con nuestro esfuerzo sin fatigas, la Patria, una, grande y libre que ambicionaron nuestros Caídos y que está forjando la majestad señera de nuestro Caudillo. ¡¡ ARRIBA ESPAÑA!!( Al final se cantarán los himnos del Movimiento y los Empresarios darán los gritos de España, una, grande y libre).
A partir de febrero de 1937 se puede asegurar que existe cierto control de las ricas vegas que rodean a la ciudad de Motril. Pero, en este caso, el problema es la falta de mano de obra. Los efectos de la guerra son devastadores: la producción agraria entra en un verdadero proceso de crisis, sobre todo por la falta de personal conocedor de la corta de la caña. Otro tanto ocurrirá con las fábricas, donde los operarios son nuevos, hasta el punto de que los responsables de su rendimiento escriben con amargura: « La marcha reducida obedece a deficiencias del personal, que en su mayoría es nuevo y desconoce por completo sus obligaciones(…) También es de tener en cuenta que el abastecimiento en caña de la fábrica se hace aún con dificultad, por no tener hasta ahora medios suficientes » 53. Estos comentarios encubren una realidad: la falta de personal especializado en todo el proceso, siendo raro el día que las fábricas no paraban por falta de cañas durante varias horas.
Junto a esa situación, que pronostica las penurias y problemas que van a tener los motrileños en general, hay un hecho que nos muestra que la guerra no ha pasado: « El orden de corta de cañas de estos días se efectuará cumpliendo las órdenes dadas por el Señor Comandante Militar de Motril de cortar las cañas propiedad de elementos marxistas y cuyo importe ha de pasar a beneficio del Estado, continuándose haciendo simultáneamente con la corta de la caña propiedad de aquellas familias en las que los elementos marxistas escogieron sus víctimas e hicieron mártires de la Patria, es decir, que tienen preferencia para la corta de sus cañas las viudas o huérfanos de personas que por significación españolista han sido asesinadas por los rojos durante su dominación(…)» 54. Pero no sólo las cañas, sino la propie-
Carta del Banco Hispano Americano de la sucursal de Motril revisada por la censura militar. 18 de mayo de 1937. Además del control que existe sobre las comunicaciones( censura militar), se puede observar la contradicción en el uso de los sellos republicanos( izquierda) y de los nuevos ejemplares editados por los rebeldes( derecha)( Archivo del autor).
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 203 05 / 01 / 2011, 10:25