cómo los cambios en los gobernantes significaban toda una cadena de expulsiones, dimisiones obligadas, pérdidas de puestos de trabajo … Algo bastante alejado de las necesidades y demandas de una población que ya en
1933 alcanza los 20 mil habitantes, y que presenta el ambiente de una importante población rural, donde se encuentran « callejas de zoco árabe y avenidas capaces de rivalizar con las de Reus.(…) Un ferrocarril o cable aéreo de cuarenta kilómetros de extensión, el más grande de Europa » 51, pero que soporta todavía la difícil comunicación con la capital, Granada, y con otras poblaciones, incluso las cercanas de La Garnatilla, Gualchos y Tablones, como hemos visto. Pero, es más, las limitaciones de nuestro municipio no se quedan sólo, y una vez más, en las comunicaciones terrestres ya mencionadas. El simple hecho de la disponibilidad de agua en las viviendas y de colectores públicos para la recogida de aguas residuales es algo que, sobre todo en los anejos, no se ha alcanzado todavía.
La crisis generalizada que venía sufriendo la sociedad motrileña se vio acentuada por un elemento político y, por desgracia, a la vez militar, que rompió la frágil convivencia de aquella época: la Guerra Civil Española. Y es que el período republicano, si bien había dado lugar a enfrentamientos más o menos desagradables entre vecinos, familiares, etcétera, no fue nada comparado con los sangrientos sucesos que se desarrollaron a lo largo de los años que dura esa guerra incivil. Un hecho luctuoso que dejará un reguero de muerte, destrucción y, sobre todo, mucho odio, miedo y vergüenza, demasiada vergüenza.
A partir del 18 de julio de 1936, con la sublevación que se desarrolla en diversas ciudades, Motril queda bajo el dominio del gobierno republicano. En este período la mayor parte de la población vive con miedo y desazón los continuos movimientos políticos y militares que se suceden. Muchas veces, demasiadas, la fuerza de las armas y el extremismo vencerán sobre la prudencia y el respeto a la vida. En este caso, personas consideradas contrarias al gobierno de la nación( empresarios, comerciantes, religiosos) y otros que carecían de cualquier relación con política o ideología determinada, hasta un total de treinta o cuarenta personas, sufrieron las iras y la venganza, siendo asesinadas por elementos que se autoproclamaban defensores de la libertad. Paralelamente, propiedades particulares e iglesias fueron incendiadas o sufrieron los desmanes de algunos grupos extremistas. Es el ejemplo de cómo las autoridades locales fueron incapaces, cuando no conniventes por dejación, de imponer el orden.
Será un período en que la ciudad quede un tanto aislada y sufra las consecuencias de la falta de subsistencias y de movimiento comercial. Llega el momento, incluso, que es necesario fabricar una moneda de uso local, que no tiene ninguna validez más allá de los límites del municipio … lo que aumentará aún más el desastre económico y el desencuentro entre los propios vecinos.
Junto a los problemas de orden público, de persecuciones y de asesinatos más o menos legalizados( por ambas partes), a mediados de febrero se sufrirá lo que se conoce como « la espantá de Málaga » o « el crimen de la carretera Málaga-Almería ». A lo largo de unos días, la carretera que unía Málaga con Almería es escenario de la huida de miles de personas( se calcula que más de cien mil): el miedo genera-
De arriba abajo:
Papel moneda local, válido sólo para el término municipal de Motril en 1936-37( Archivo del autor).
Anuncios en prensa local( El Faro, n º 492, 10 de octubre, 1934).
201
INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 201 05 / 01 / 2011, 10:24