De izquierda a derecha:
Las rocas más antiguas de la comarca se remontan al menos al Pérmico, hace más de 240 millones de años. Originariamente se trataba de sedimentos fluviales que el metamorfismo ha transformado en los esquistos, filitas y cuarcitas que dominan el paisaje con tonos azulados y oscuros.
Los relieves de Cerro Gordo, cerro del Toro, la sierra de Lújar y los
Tajos de Calahonda se desarrollan sobre calizas y dolomías cuyos sedimentos fueron depositados en los mares someros y cálidos del
Esto es posible gracias a la creciente precisión de las técnicas aplicables, como el estudio de los pólenes fósiles( palinología), los anillos de crecimiento de los árboles( dendrocronología), los métodos arqueológicos y, finalmente, la interpretación de la información contenida en textos y documentos escritos.
Con todo este arsenal de métodos y técnicas, y con mucho de osadía, es posible dar el gran salto en el tiempo hasta allí donde se empezaron a sedimentar las rocas más antiguas de la comarca, al tiempo donde la vida pudo dejar de existir: la gran crisis permo-triásica.
EL CONTINENTE ÚNICO: LA PANGEA
La edad de las rocas más antiguas que aparecen en esta comarca se remonta a antes del Triásico, hace más de 250 millones de años. Este límite ha sido reconocido gracias a la presencia de fauna fósil en la base de las rocas carbonatadas( calizas y mármoles) de formaciones equivalentes a las del cerro del Toro y la sierra de Calahonda.
De este modo, las rocas silíceas( filitas y esquistos, conocidas como launas) que aparecen bajo ellas son anteriores, aunque no ha sido posible datarlas con precisión debido al alto grado de metamorfismo y deformación que las afectan. Se asignan de modo genérico al Paleozoico.
La información contenida en las rocas carbonatadas mencionadas nos permite realizar una reconstrucción bastante aproximada de los ambientes triásicos donde se depositaron. El estudio de sus microfacies 1 ha puesto de manifiesto que estos materiales se formaron en ambientes de plataforma litoral somera y temperaturas cálidas en conexión con la paleocosta africana. Es decir, se formaron en zonas marinas de muy poca profundidad, muy parecidas a las imágenes de playas tropicales del Índico o del Caribe actuales. Es posible reconocer en las rocas rasgos de los que se deduce la existencia de deltas de grandes ríos, lagunas litorales separadas del mar abierto por la presencia de arrecifes barrera y, finalmente, sedimentos de plataforma abierta. Todos estos ambientes estuvieron sujetos a ciclos de regresión y transgresión, esto es, bajadas y subidas del mar, a los que se encuentran ligados los depósitos metálicos de plomo y cinc de las formaciones carbonatadas alpujárrides, entre las que se incluyen las de las sierras de Lújar y el cerro del Toro en Motril.
Pero no adelantemos acontecimientos. El mundo de finales del Pérmico se había construido
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 18 05 / 01 / 2011, 10:22