Historia de Motril | Page 172

De izquierda a derecha:
Autos para que los agricultores arranquen las zocas de las cañas
( Archivo Municipal de Motril, leg. 30, pza. 23, f. 1).
Propuestas para la creación de un nuevo cementerio en Motril( Archivo Municipal de Motril, leg. 440, pza. 16, f. 2).
Sin duda, la cuestión que más preocupa a vecinos y autoridades son las secuelas de la peste y otras enfermedades endémicas, ya que tienen un contagio rápido y suponen una mortandad importante.( De ahí que los « cordones sanitarios », el control de los viajeros, ganados y mercaderías en los accesos a la ciudad sean imprescindibles, junto con el enterramiento adecuado de los muertos, lo cual no fue posible hasta bien avanzado el siglo XIX).
No debemos olvidar que ya, en este entorno geográfico, habitan a comienzos del siglo XIX más de dos mil vecinos o familias, que suponen entre nueve mil y diez mil personas.
Habitantes cuyo horizonte a lo largo de su vida no va más allá del río Guadalfeo, la vega y las estribaciones de la sierra de Lújar. La mayoría de nuestro vecindario hace doscientos años, si bien solía tener un conocimiento exhaustivo de este espacio cercano, apenas contaba con medios para dirigir sus miras más allá de ese río o de las últimas estribaciones de esos montes próximos. Realidad que se asociaba con un poderoso aliado: la falta de comunicaciones en la
costa granadina. Los gobernantes, desde una perspectiva de defensa del territorio, ya desde el siglo XV evitaron la construcción de vías de comunicación que, desde la costa, permitiesen el acceso hacia Granada, para eliminar cualquier agresión. Además, como ya se ha mencionado con anterioridad, los ataques piráticos de muy diversa procedencia hacen que, todavía en 1805, se mantenga una normativa por la que « personas y ganados se deben resguardar más allá de ¼ de legua de la Costa » 1, precisamente para prevenir cualquier posible aprovechamiento delictivo. Realidad que se unía a la inseguridad manifiesta de esas veredas. Lo escarpado del terreno hacía que delincuentes de todo tipo arrebatasen pertenencias y vidas a los viajeros, que se encontraban con escasa protección por parte de las autoridades( era necesario portar armas para defenderse, o llevar personas contratadas para ello, los conocidos como escopeteros).
Junto a lo anterior, no debemos olvidar que el contrabando era un hecho frecuente, favorecido por la falta de control del territorio y lo escarpado del mismo. Tan continuos son los movimientos interiores de mercancías, como la carga y descarga que contrabandistas ingleses, marroquíes, holandeses y otros desarrollan en estas costas 2. Y es que, aunque a fina-
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 172 05 / 01 / 2011, 10:24