De izquierda a derecha:
La calle Catalanes. La muralla que discurría por esta calle fue derribada en 1747 y sus piedras se utilizaron para construir una iglesia para el colegio de Jesuitas, también hoy desaparecido.
Solar donde estuvo ubicada la capilla de los Dolores, diseñada por el arquitecto José de Bada( 1738). Seguramente ha sido la mejor obra de la arquitectura religiosa motrileña. Desapareció durante la Guerra Civil debido a la explosión del polvorín que había en su cripta( 21 de enero de 1938).
portancia y, sobre todo, un volumen importante de chozajos y casetas de escasa resistencia e infames condiciones de vida, que utilizan todas ellas la Acequia Gorda como principal suministro de agua para regar o para beber.
El siglo XVIII le dará a Motril definitivamente la capitalidad comercial y administrativa de la costa granadina. Felipe V la distingue en 1710 con el título de « Muy Noble y Leal ». La ciudad cuenta a finales de siglo con casi
10.000 habitantes a pesar de la evidente crisis agrícola.
El ritmo de construcción, lógicamente, se ralentiza, pero aún se realizan algunas obras muy conocidas en la ciudad, la inmensa mayoría de carácter religioso, puesto que la disminución de las rentas del azúcar disminuye también el interés y los recursos de los poderosos para dedicarlos a casas y palacetes, aunque se construyan todavía la casa de la condesa Torre-Isabel, el palacio Ruiz de Castro, la casa Vinuesa o la primitiva casa Moreu.
Pero, como decíamos, serán las fundaciones religiosas las más importantes, impulsadas tanto por algunas órdenes religiosas como por figuras religiosas tan importantes para Motril como el cardenal Belluga. Así, se construye la ermita de las Angustias en 1704; en 1717 se funda el convento de Nazarenas en la casa de Gaspar de Paniza; gracias al patrocinio del cardenal Luis de Belluga y Moncada se erige la capilla de los Dolores, obra del buen arquitecto granadino del barroco José de Bada en 1738, seguramente la obra de más calidad de las existentes en la ciudad y hoy desgraciadamente desaparecida; la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, pagada por la cofradía del Espíritu Santo en 1750; se reconstruye la capilla del hospital de Santa Ana en 1764; la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con su camarín y su sacristía, construida en 1767 y pagada por su cofradía; y se amplía la iglesia mayor en 1783 con una nueva nave que sustituye a la edificación militar existente en el testero sur.
De este siglo son también la ermita del Señor de Junes, San Nicolás de Bari y la desaparecida de San Caralampio. Nuevos barrios van ampliando el espacio urbano: el de La Esparraguera, Las Angustias y San Antonio y crece enormemente el de Capuchinos.
Ya en la segunda mitad de siglo, el centro urbano bascula de forma definitiva hacia la calle Nueva, siendo el eje comercial y social la calle Catalanes, conformada por comerciantes de ese origen que se instalan en Motril al calor del desarrollo del cultivo algodonero que tendrá en las hilaturas catalanas su mercado principal.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 164 05 / 01 / 2011, 10:24