Historia de Motril | Page 154

Auto de 1783 que regula la actividad de los aguadores, el precio a que han de vender cada carga y los cántaros de que se han de proveer( Legajo 30, pieza 25).
El uso del suelo va a depender de su calidad. Por ejemplo, las tierras de primera calidad, que son sólo el 26,5 % del total, eran capaces de producir ochenta arrobas de caña de tercio por marjal y se dedicarán preferentemente a esto. De segunda calidad y con una producción estimada en cuarenta y ocho arrobas por marjal calculamos un 34 % del total. De tercera calidad habría por tanto un 35,5 % del total del terrazgo y su uso se dedicaría a usos distintos a los cañeros: sembradura de maíz, habichuelas o batatas.
Pero ninguno de estos productos pudo cumplir ni con la finalidad económica de garantizar los altos rendimientos económicos a que históricamente dio lugar el cultivo del azúcar, ni con la finalidad ecológica de mantenimiento de la superficie agrícola de la vega, ni con su finalidad social, toda vez que el cultivo cañero genera una serie de actividades muy intensivas en trabajo, y por tanto muy alejadas de los requerimientos laborales de otra serie de plantíos.
Sólo el algodón, del que Simón de Rojas Clemente nos dice que comienza a cultivarse en la costa en torno a 1775, de la mano de las experiencias llevadas a cabo por José Iluminati, y que se generaliza a partir de 1778 al calor de la fuerte demanda catalana que hace que en 1800 se cultiven ya 1.751 marjales, se confirma como una salida rentable a la crisis del azúcar, y llegará a ocupar en la primera mitad del siglo XIX un lugar similar al de la caña azucarera.
Otras especies, como el arroz, fracasan claramente, ya que es desestimado por la persistencia de enfermedades asociadas a su cultivo. Así, en 1778 se solicitó al Consejo de Castilla permiso para plantar arroz en la zona, esperando conseguir aquí el éxito que ya se había cosechado en Valencia o Cataluña. Pero aquí las zonas encharcadas eran ya fuente continua de infecciones, sobre todo en los meses de verano, y a pesar de los intentos para su introducción chocó siempre con el desconocimiento de las técnicas y la dejadez en el mantenimiento de los sistemas hídricos de muchos agricultores que no hacían sino potenciar sus efectos perniciosos, de forma que paulatinamente fue abandonado, aunque ocasionalmente perviviera alguna plantación.
Es destacable igualmente la escasa presencia de cereales panificables en las producciones, lo que conlleva un déficit permanente y la necesidad de arbitrar recursos continuamente para solucionar el problema. La función del pósito será fundamental en muchas ocasiones, pero cuando estallan las hambrunas, el problema siempre es la falta de grano y por tanto de pan, a pesar de los continuos gastos del cabildo en partidas para el dicho pósito 19.
LOS SISTEMAS DE PROPIEDAD DE LA TIERRA
Partiendo fundamentalmente de la información contenida en el Catastro de Ensenada podemos establecer las siguientes características de la estructura de la propiedad de la tierra en Motril en el siglo XVIII, centrándonos básicamente en los terrenos de regadío, que estarán determinados por el interés de las oligarquías en el aprovechamiento azucarero, ya estemos en la vega de Mo-
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 154 05 / 01 / 2011, 10:23