caña al menos hasta la mitad de siglo, momento en el que comienza a manifestarse una crisis aguda de la producción y de la explotación que tiene que ver con la caída de la rentabilidad del producto por diversos motivos:
• Decadencia de la variedad autóctona, la granadilla, que ofrecerá rendimientos decrecientes con el paso de los años.
• El anquilosamiento y la pérdida de productividad de los sistemas de producción, incapaces de responder al problema inherente al Antiguo Régimen del mantenimiento de la fertilidad, y en los que el barbecho es el elemento referencial, por mucho que, como hemos dicho antes, tengamos registrada la utilización del estiércol, e incluso documentos que afirman que no es necesario en la plantación de cañas, y por mucho que en el caso del azúcar se introduzcan sistemas complementarios de una cierta novedad como por ejemplo una incipiente rotación con el maíz con ciclos de siete años( un año se siembra maíz y los seis restantes caña).
• La utilización de las alifas y realifas para mejorar los rendimientos, que acabará incidiendo negativamente en la producción a pesar de la mayor calidad de estos azúcares.
• La obsolescencia de los sistemas de cocción.
• La escasez de combustible y su elevado precio.
• La importante presión fiscal sobre un producto que a todos los efectos seguía considerándose de lujo 18.
Elementos que tienen más que ver con dinámicas internas que con la concurrencia internacional, aunque haya una presencia cada vez más importante del azúcar portugués o cubano en el mercado español. A principios del siglo XIX la caña de azúcar es un cultivo claramente marginal. El sistema de cultivo sigue siendo el tradicional. La caña se desarrolla en régimen de policultivo, ya que suele establecerse un sistema rudimentario de rotación en el que se sembraba, tras la caña nueva, maíz, habichuelas o batatas; bien que a costa de la demora en el corte, que hacía que el porcentaje de alifas, es decir, cañas de más de un año( al menos un 30 % del total), o realifas, en este caso de dos, fuera siempre importante.
Fuera del cultivo cañero, existen otras producciones, menos importantes, destinadas a la satisfacción de las necesidades del mercado local y que tienen sistemas de cultivos distintos. Tendríamos por un lado una zona de monte bajo, cultivada en secano, que se usa preferentemente para aprovechamiento energético, y que se irá degradando paulatinamente. Existiría también una superficie destinada a sembradura con rendimientos escasos y obligada al barbecho para poder mantener la fertilidad. En las zonas colindantes a la vega o en las cuencas de las ramblas se sitúa el cultivo del olivar, de escaso aprovechamiento, y de la vid.
De izquierda a derecha:
El trabajo en las cocinas de los ingenios exigía la utilización de una gran cantidad de leña( Museo preindustrial de la caña de azúcar, Motril).
Las instalaciones preindustriales formaban parte del paisaje de la ciudad de Motril( Museo preindustrial de la caña de azúcar, Motril).
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 153 05 / 01 / 2011, 10:23