Historia de Motril | Page 151

bitrios para subvertir los gastos de la acequia 7, debido a la ocultación de tierras y a los abusos sobre el caudal, así como la extensión del terrazgo 8 por el procedimiento de desecación de zonas pantanosas, que en 1770 vendrían a suponer unos 3.000 marjales 9.
La voluntad por parte de la nobleza y de la oligarquía urbana de incrementar sus tierras supone el deseo de incrementar su participación en la renta por parte de la oligarquía propietaria de tierra, no de mejorar la productividad del sistema, de donde se desprende la extensión del sistema de arrendamiento y el estancamiento generalizado del sistema productivo que culminará en la crisis azucarera de la segunda mitad del siglo XVIII.
Otro de los recursos naturales es la leña. En la comarca, la actividad azucarera impone así mismo un altísimo consumo de combustible, con la leña como producto referencial que acabará provocando una crisis ecológica, cuyas dimensiones e implicaciones en el final del primer ciclo de la caña no se han tenido suficientemente en cuenta. Tenemos datos muy claros para Almuñécar, donde Nicolás Antonio Fernández Fernández afirma que « la necesidad de combustible para la industria azucarera redujo durante el siglo XVIII la masa forestal del término de Almuñécar(…) Tampoco deben olvidarse las rozas y roturaciones continuas en montes para incrementar los plantíos, ante la creciente solicitud de productos agrarios y el aumento demográfico 10. En apenas tres décadas Almuñécar había visto desaparecer casi la mitad del arbolado de su territorio, 46,86 %, con especial incidencia en especies autóctonas » 11.
No tenemos datos tan exhaustivos para Motril, pero las referencias son casi siempre del mismo tenor. Durante los meses que estaba abierto un ingenio, necesitaba tener constantemente encendidos los cuatro o cinco hornos con que contaba, consumiendo anualmente unas 3.000 carretadas de leña. Debemos suponer por tanto que los conflictos tampoco estarían ausentes del suministro de este elemento vital 12.
Tampoco fueron los ingenios azucareros las únicas actividades que demandaban un alto consumo energético; en 1776, el administrador del conde de Bornos señalaba la imposibilidad de que las caballerías pudieran dar más de dos portes de leña diarios, cuando antes daban tres y cuatro. Culpaba de ello a una fábrica de salitre que se establece en 1771, aunque a fin de cuentas lo que está reconociendo es el déficit permanente de una materia prima que cada vez es necesario buscar más lejos y a precios más elevados, ya que está documentada la corta de leña en Mondújar, a una distancia ciertamente considerable 13.
Finalmente habrá que tener en cuenta la incidencia de las plagas y las heladas sobre los aprovechamientos agrícolas de la zona. A este nivel de desarrollo tecnológico, las pérdidas por este concepto son muy difíciles de cuantificar, aunque algunas noticias tenemos de ellas. Para el tema de la caña dulce expone Simón de Rojas que la dejación de los propios agricultores que no limpian y labran suficientemente los plantíos, el desconocimiento de técnicas agrícolas más adecuadas, junto a los excesos en el uso del estiércol, que además era caro, y del agua, permiten el desarrollo de enfermedades y un déficit de rendimiento de las cañas 14.
Se alude, como fácilmente se deduce, a sistemas inadecuados de drenaje de la tierra, así como a ciertas variaciones en las condiciones climáticas, pues en la segunda mitad del siglo
XVIII se produce un enfriamiento relativo del clima que provocará heladas frecuentes en las cañas de azúcar 15.
La Torre Nueva que da nombre al anejo es un buen ejemplo de la nueva política de construcciones defensivas de los Borbones para hacer frente a la piratería.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 151 05 / 01 / 2011, 10:23