perpetuamente para siempre xamás », a la manera que lo usaban en Lorca, Huete y otras ciudades. Terminaba reiterando la consabida prohibición de usar el privilegio si no se pagada el importe citado correspondiente a la media annata.
Al fin y al cabo, con estos privilegios remuneratorios, el Concejo motrileño compraba al rey su soberanía jurisdiccional con respecto a Granada; atrás quedaban casi 150 años de controversias y litigios por recuperar lo que los Reyes Católicos habían asentado en la capitulación de
1500 con los mudéjares.
En la misma fecha que las anteriores cédulas, el soberano nombraba a Francisco Ramírez de Vargas, abogado de la Audiencia y Chancillería, para que « veáis las dichas provisiones y las guardéis y cumpláis y executéis y en su execución y cumplimiento deis al conçejo, justiçia y regimiento de la dicha çiudad la posesión enteramente de todo lo contenido en las dichas provisiones sin reservación ni limitación alguna y dada usaréis y exerçeréis el dicho oficio de corregidor de dicha çiudad en el entretanto que yo probeo persona que le sirba en propiedad » 11.
Después de estas mercedes, la primera vez que en las actas capitulares se encabeza con la fórmula « En la Ciudad de Motril » es en el cabildo de 16 de junio de 1657, donde Ramírez de Vargas da cuenta a los regidores de las prerrogativas otorgadas. El Ayuntamiento acordó realizar en acción de gracias una fiesta solemne a la Virgen de la Cabeza, patrona de la ciudad, y comunicar las buenas noticias a las villas y ciudades vecinas 12.
El último peldaño en esta escalada del poder municipal de Motril sería el de pretender voto en las Cortes de Castilla, ofreciendo la importante cantidad de 60.000 ducados si el rey le concedía la señalada y significativa merced. La oferta no fue aceptada, al parecer, por la oposición de Granada 13.
A este primer corregimiento letrado, se le añadiría en 1689 el corregimiento militar o de capa y espada, posiblemente debido a los abusos, tropelías y resistencias a la justicia ordinaria de que se hizo culpable al comandante militar de la plaza Miguel Ramón del Campo, lo que motivó las protestas del Ayuntamiento y la real cédula de 11 de abril de 1683 por la que se suspendía el fuero militar en cuanto a la percep-
Acequia principal de Motril. En esta foto, de mediados del siglo XX, aún se puede observar el portillo por el que los motrileños tomaban agua en caso de asedio.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 133 05 / 01 / 2011, 10:23