en una plaçeta en el sitio donde oy está una cruz curiosamente aseada, como toda consta del libro de los Avises que eran los bienes tenían dotados para los ministros de las mezquitas que oy goça la Iglesia y están en poder del mayordomo de la fábrica mayor de donde saqué lo referido a las mezquitas ».
En cuanto a los baños nos dice Tomás de Aquino: « Tenían los moros sus baños que oy se conservan junto al Hospital de esta villa sobre el Acequia, con tres naves a lo mosaico labradas y oy le llaman el Bañuelo » 38. Como podemos comprobar por su situación estaban muy próximos a la zona habitada de la villa y de la acequia de la que tomarían sus aguas para abastecerse.
LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO
Por lo que llevamos dicho hasta el momento, podemos intuir que en los años finales del reino nazarí Motril era un asentamiento rural eminentemente agrícola con una estructura casi urbana, un castillejo para su defensa en el cerro de la Virgen, mandado destruir por el Rey Católico tras la revuelta mudéjar 39, y una población de cierta entidad. El alcaide de la fortaleza de Salobreña ejercía funciones de tutela aunque no la representaba. Este alcaide, de la familia de los Alatares 40, gozaba de poder militar y tenía el derecho de juzgar los delitos criminales. Parece ser que ejercía su dominio por toda la costa, compartido con un cadí encargado de velar por los asuntos civiles, nombrado por el cadí mayor de Granada. No obstante, y según se desprende de los testimonios de varios cristianos nuevos ya en el siglo XVI, ni el cadí ni el alcaide gobernaban directamente a la comunidad musulmana. El gobierno de ésta se ejercía a través de la reunión del alguacil de la villa con los « viejos honrados ». En
1527, Bartolomé el Daray, cristiano nuevo, nos dice al respecto:
... en tiempo de moros e después que esta villa fue de christianos la manera que tenían en juntarse en cabildo hera que los vesinos más viejos e honrados e ricos e prençipales de la dicha villa se juntavan en casa del dicho d. Hernando, e allí conçertavan lo que tenían que haçer para la gobernación de la dicha villa 41.
Y otro testimonio posterior nos dice lo siguiente: «... antes que se entregase a sus altezas este testigo vido como los viejos honrados vecinos de la dicha villa se ayuntavan en casa del alguacil que avía a la sazon en la dicha villa, e si por caso hera caso de ynportançia se ayuntavan asimismo con ellos el dicho alcaide e cadí, los quales haçían sus hordenanças e acordavan en los dichos ayuntamientos las cosas que heran necesarias e cunplideras a la gobernación de la dicha villa y sus lugares » 42.
Como se puede comprobar a través del texto otra pieza fundamental en el gobierno de la alquería eran los alguaciles. Había uno por alquería( conocemos al de Motril y al de Pataura, de lo que deducimos que debía haber otro en Jolúcar) y un alguacil mayor por distrito. Por los testimonios citados sabemos que en Motril el cargo de alguacil pasaba de padres a hijos, según se desprende de la declaración de Martín el Honayne 43, quien nos dice:
... en tiempo de moros vido como se juntavan en casa del dicho D. Hernando e en casa de su padre del dicho D. Hernando, que fue alguacil antes del, los viejos ançianos más honrrados e ricos e principales, hasta diez o dose, que heran del linaje de los Chapala e Abelhuçey e de Bacor e otras personas.
Como veremos más adelante, a este don Hernando se le concederá el alguacilazgo de la villa de forma perpetua en el mismo texto de la capitulación de 1500, en un intento( fallido) de asimilación y control a través de él de la comunidad musulmana.
Por último, dentro de la organización social de la alquería debemos hacer mención a la figura del alfaquí. Sus funciones eran diversas: dirigir la oración en la mezquita, enseñar a los niños a leer el Corán, así como presidir todos los ritos y ceremonias religiosas del islam, funciones todas ellas fundamentales para mantener cohesionada a la comunidad.
En época nazarí su mantenimiento corría a cargo, al menos en parte, de los bienes habices, según se desprende de las relaciones de estos bienes tanto en Pataura y Jolúcar como en todas las de Motril. Los otros conceptos a los que se dedicaba el producto de estos bienes eran el rescate de cautivos, pobres, esteras, almuédano y dos pequeñas partidas, entre los bienes de la mezquita mayor, para sufragar los gastos de « los que venían a estudiar de fuera de Motril » 44.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 115 05 / 01 / 2011, 10:23