El resto del secano estaba dedicado al almendro y a pastos para el ganado en donde apacentaban tanto los ganados de los vecinos como los de otras partes del reino, que venían a pasar el invierno, según se desprende del testimonio de un morisco ya en el siglo XVI:
... en tiempo de moros la dicha villa de Motril estava en posesión, uso y costumbre de tener ciertos pastos en el término de la dicha villa, hazia la parte de Xolúcar e a alderredor de la dicha villa e su término. E los ganados desta comarca, ansí de la çibdad de Granada como de qualesquier partes que se ivan apaçentar e tener el invierno en el dicho término de la dicha villa de Motril 28.
Parece ser que los ganados que venían de fuera pagaban un impuesto llamado talbix que consistía, según el mismo testimonio, en un carnero por cada cien cabezas, dos cabezas por cada hato de ganado menor y una por cada pastor, así como el queso y la leche producidas en una noche 29. Como se puede apreciar, la actividad pecuaria en el mundo nazarí se desarrolla siempre fuera de las zonas agrícolas, en contraste con lo que ocurría en la Europa feudal, en donde los grandes dominios acogían unos cultivos fundamentalmente de secano( cereal y vid) a los que se asociaba la ganadería.
En el mundo andalusí, en el que las cosechas casi se sucedían unas a otras durante todo el año, esta asociación era imposible 30. El aumento de la actividad pecuaria en época castellana, junto con la anulación de la comunidad de pastos de los tiempos nazaríes, fue la base de continuos conflictos desde los primeros tiempos de la conquista.
Otra actividad importante dentro de la economía nazarí sería la pesca. Se desarrollaba en las calas próximas situadas al este del término y en la desembocadura del Guadalfeo, con embarcaciones de pequeño tamaño( zambra, jabeque y jábega), muy comunes en la zona. Desconocemos qué especies eran las más comunes y en qué cantidades eran pescadas, pero sabemos que existían excedentes que se salaban para abastecer a la capital y otros puntos 31. Para ello contaban con la sal de las salinas de Torrenueva 32, propiedad de la familia real nazarí, en concreto de la reina Horra, quien las explota en régimen de monopolio, con un control que llega incluso a la comercialización, pues, al parecer, la venta se realizaba en tiendas propiedad de la misma reina situadas en la propia villa 33.
En cuanto a las actividades comerciales, sabemos que existía un intercambio de corto radio de cañas dulces, arroz, seda, azúcar y pescado principalmente 34, siendo Motril el centro de recepción de mercancías que llevaban los habitantes de las alquerías próximas. Para ello, se celebraba en la villa un mercado semanal todos los viernes 35. Así lo manifiesta Floristán Alarabí, cristiano nuevo, en 1527, refiriéndose a fechas anteriores: «... todos los vesynos de la comarca yvan allá todos los viernes a un mercado que tenía la dicha villa...». Había otro de más amplio radio en el que participaban comerciantes extranjeros, generalmente genoveses y judíos, para dar salida a los diversos productos de la zona, cuya producción estaba orientada desde el origen a satisfacer una demanda creciente, como es el caso del azúcar en los mercados extranjeros. De hecho, según puso de manifiesto Adela Fábregas 36, la red de vigilancia costera vigente en época nazarí parece que, entre otros objetivos, no era el último la defensa de los intereses económicos y las actividades comerciales que se desarrollaban en las costas y en los que la familia real tenía intereses directos.
La pesca era parte importante de la economía nazarí: se pescaba en calas próximas, al este del término municipal y en la desembocadura del río Guadalfeo. Se utilizaban embarcaciones de pequeño tamaño llamadas zambras, jabeques o jábegas.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 113 05 / 01 / 2011, 10:23