Estructuras de Composición
Consideraciones generales para la escritura de ensayos
también puede referir a una secuencia artificial donde los componentes de
una situación dada son dispuestos en un determinado orden, con el fin de
expresar las relaciones temporales bajo una perspectiva particular. Los retóricos clásicos le llamaban al primer tipo de secuencia cronológica orden
“natural” (ordo naturalis), porque daba cuenta del recorrido que seguían
los acontecimientos en circunstancias normales (Lausberg, 1990). A este
mismo orden cronológico también se le puede denominar “directo” o “histórico” (Beristáin, 1992). Así, el orden natural puede adoptar por lo menos
dos maneras de organizar los hechos: el modo por tiempo y el modo por
incremento. En el primer caso, “se refiere a la sucesión históricamente correcta de los tiempos o épocas” (Lausberg, 1990, p. 374), mientras que en el
segundo “se refiere a la serie ascendente de los miembros de un conjunto.
La serie ascendente se caracteriza por la posición final del miembro más
fuerte” (ibíd.). En contraparte a los modos típicos del orden natural, la retórica clásica le llamó orden “artificial” (ordo artificialis) a la segunda manera
de disponer la cronología en un texto; también se le conoce como orden
“artístico”, “indirecto” o “novelesco”. Aquí la secuencia suele comenzar por
en medio (in media res), o por el final (in extrema res), lo cual le proporciona
un sentido de intriga a la sucesión de los acontecimientos (Beristáin, 1992).
A continuación se presenta un ejemplo de un ensayo cuyo eje principal, en la
disposición del contenido, es la temporalidad “natural” o un orden “directo”:
Las fases fundamentales en la escritura de un ensayo
Introducción
La escritura de textos académicos es un proceso sistemático y organizado. Generalmente
está conformado por varias fases que auxilian la elaboración de un documento, especialmente en
la construcción de un ensayo. Este tipo textual es uno de los más utilizados en educación superior.
Tesis
Si se pretende escribir un ensayo es pertinente seguir tres fases fundamentales que conforman la
actividad de escribir un texto: la preescritura, la escritura y la postescritura.
Desarrollo
Primera fase
La primera fase o preescritura incluye dos componentes básicos: precisar la situación
retórica y realizar actividades de planeación. Por una parte, la situación retórica trata de establecer
con claridad el problema que se atenderá en el ensayo. Aquí es el momento para seleccionar el
tema, definir quiénes son los potenciales lectores, delimitar los propósitos que se persiguen, construir un esbozo de tesis que guíe la elaboración del documento y proyectar el tipo de texto que se va
a escribir. La planeación, por otra parte, trata de exteriorizar de manera incipiente las representaciones mentales de lo que contendrá el texto. Al emprender esta actividad es recomendable iniciar
con un listado de ideas, para después organizarlas mediante cualquier procedimiento de agrupación, posteriormente conviene realizar algún tipo de esquema para dar un acomodo preliminar a la
clasificación de las ideas. Como última sugerencia de la planeación, resulta pertinente confeccionar
un guión que contenga los temas y subtemas del esquema en el orden que aparecerá durante la
escritura del ensayo.
Segunda fase
La segunda fase es el trabajo de redacción como tal. Una vez efectuada la planeación, se
tienen los elementos clave para iniciar la escritura del texto. A esta altura del proceso, simplemente se trata de escribir el documento siguiendo el guión previamente elaborado durante la fase de
planeación. Cuando está escrito el texto, entonces es válido decir que existe un primer borrador del
ensayo. Sólo así, con el texto redactado de manera preliminar, es posible pasar a la siguiente etapa.
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