Manual básico para la escritura de ensayos Lenguaje, Educación e Innovación
En la retórica clásica, la recomendación, para organizar los párrafos y los argumentos en una estructura de composición, era:“ los más contundentes al principio, para causar impacto en el público; los teñidos de humor, en medio, para su solaz; y los que conmueven al final, para desbancar a los recalcitrantes”( Beristáin, 1992, p. 158). interno que da secuencia a los párrafos o a los argumentos. El acomodo o disposición de los párrafos puede adoptar diferentes maneras, lo que da lugar a una variedad de posibilidades de construir la secuencia lógica en un escrito. En la retórica clásica, la recomendación, para organizar los párrafos y los argumentos en una estructura de composición, era:“ los más contundentes al principio, para causar impacto en el público; los teñidos de humor, en medio, para su solaz; y los que conmueven al final, para desbancar a los recalcitrantes”( Beristáin, 1992, p. 158).
Un ejemplo, a manera de analogía, en este momento permite ilustrar la relevancia de la estructura de composición. Si se pretende organizar un álbum de fotografías, éste se puede hacer de diversos modos. Una primera opción es ordenar las fotos cronológicamente. Si éste es el caso, entonces se iniciará de las fotos más antiguas a las más recientes. La disposición de las imágenes emitirá un mensaje y será fácil para quien vea dicho libro comprender la organización del mismo. Una opción más para ordenar las fotografías puede ser agruparlas por periodos. Si se elige una estructura de clasificación de esta naturaleza, entonces las fotos se colocarán por eventos o épocas específicas y esa distribución emitirá otro mensaje.
La escritura no es diferente del ejemplo anterior. En la constitución de un texto es necesario establecer una estructura de composición bajo la cual se presentarán los párrafos. Si se prolonga la analogía, entonces es factible determinar que el párrafo es al ensayo, lo que la fotografía es al álbum. El producto final, tanto en uno como en el otro caso será una estructura de composición evidente, clara, lógica y sistemática para el destinatario.
Antes de entrar propiamente a la revisión de las estructuras de composición en sí, cabe hacer una acotación sobre el empleo de la temporalidad en los ensayos como principio general de organización. El uso del tiempo es esencial para la construcción de la secuencia lógica de un texto. Al momento de argumentar las ideas, a través de la disposición sistemática de los párrafos, un escrito presupone un orden. Este último elemento frecuentemente ya implica en sí que los datos, evidencias, pruebas o razonamientos son distribuidos a lo largo de una continuidad temporal, con el fin de otorgarle al ensayo un esquema base para la exposición de sus intenciones. Por consiguiente, la manera de usar la temporalidad en un texto marcará, en gran medida, el tipo de estructura a seguir y viceversa.
El tiempo en las estructuras de composición Este principio de organización presupone inicialmente la posibilidad de ordenar las ideas contenidas en los párrafos mediante la secuencia original en que ocurrieron o se presentaron los eventos. Las narraciones son una manifestación de este principio, pues en ellas se sigue el orden a través del cual un acontecimiento o situación devino. Sin embargo, cabe precisar que la narrativa también puede incluir otras formas de utilizar el tiempo de manera no lineal.
El orden cronológico no solamente implica la sucesión de eventos dentro de una concatenación situada en un lapso continuo. Por el contrario,
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