capítulo iII
Estructuras de composición
CONSIDERACIONES GENERALES PARA LA ESCRITURA DE ENSAYOS
Generalmente, cuando se aborda el tema de la escritura, lo más frecuente
suele ser centrarse en las palabras que se van a utilizar, en el uso del len-
...la disposición ordenada,
guaje o en la construcción correcta de las oraciones. Sin embargo, escribir
lógica, sistemática de los pá-
un texto implica ir más allá de las meras convenciones del léxico, ortogra-
rrafos, argumentos y pruebas,
fía o sintaxis, pues además de los elementos anteriores, se necesita una
entendida como desarrollo, o
sistematización lógica. Un texto, que pretenda ser claro y ordenado, debe
bien, como argumentatio, es
suponer un trabajo previo de organización entre los párrafos, lo cual impli-
esencial para lograr la confir-
ca el uso consciente y deliberado de un orden de composición. El presente
mación de la tesis en un ensayo.
apartado tiene la finalidad de abordar algunas de estas formas de organización lógica llamadas estructuras de composición, o bien, modos retóricos
o patrones de organización, los cuales facilitan un mejor orden al momento
de acomodar los párrafos de una producción textual.
Todo texto tiene una estructura formal, comúnmente llamada su-
perestructura, la cual lo delimita y le confiere parte de las características
específicas de su clase literaria. La dimensión estructural de un documento
obedece a la disposición general de las ideas y de los párrafos. En otro tiempo, cuando la retórica era una disciplina central para la elaboración de los
escritos, a esta organización general del texto se le denominaba dispositio.
Tanto la superestructura, como la parte de la retórica llamada dispositio,
apelan a la estructura global que “dispone” la distribución de las secciones integrantes de un texto. Para el caso del ensayo, el orden esquemático
consta de tres partes: introducción, desarrollo y conclusión. En el ámbito
de la retórica, la organización general del texto, abordada por la dispositio,
está integrada por una secuencia básica de las siguientes partes: exordium,
narratio, partitio, argumentatio, peroratio (exordio, narración, división, confirmación o argumentación y conclusión) (Crowley y Hawhee, 2004).
A partir de esta relación entre la retórica clásica (Lausberg, 1990;
Wuellner, 2001) y la gramática textual de van Dijk (1978) es posible asumir
sistemáticamente el tema de las estructuras de composición. El punto de
contacto entre estos dos modos de pensar el texto está determinado por la
centralidad de la parte argumentativa o probatoria en un escrito. En ambas
maneras de enfocar la estructura general, el momento fundamental y más
extenso del texto lo constituye la aportación de evidencias que demuestren
o respalden la tesis formulada. Por consiguiente, la disposición ordenada,
lógica, sistemática de los párrafos, argumentos y pruebas, entendida como
desarrollo, o bien, como argumentatio, es esencial para lograr la confirmación de la tesis en un ensayo.
Así pues, además de esta organización básica, llamada superes-
tructura o dispositio, que caracteriza un ensayo, los textos también incluyen una estructura de composición. Ésta se encuentra inmersa dentro de
la perspectiva general del escrito; de este modo, funciona como un orden
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