HENRY & JUNE - ANAïS NIN | Page 108

A Henry: «¿Te acuerdas de cuando te dije que no soportaba ni a Allendy ni al análisis? Me había hecho llegar a un punto en el que, mediante un gran esfuerzo de lógica por su parte, había resuelto mi caos, establecido una estructura. Me puse furiosa de pensar que podían hacerme encajar en una de esas pocas estructuras fundamentales.» «Para mí, se convirtió en una cuestión de alterar la estructura, y me propuse hacerlo con las mentiras más ingeniosas, la representación más elaborada que he llevado a cabo en mi vida. Usé todo mi talento para el análisis y la lógica, que él había admitido que tenía en gran medida, mi propia facilidad para dar explicaciones. Como te insinué, no dudé en jugar con sus propios sentimientos personales, usé cada pizca del poder de que disponía para crear una ficción, para eludir su teoría, para complicar y tender velos. Mentí y mentí más cuidadosamente, de una manera más calculada que June, con toda la fuerza de mi mente. Ojalá pudiera decirte cómo y por qué... Lo hice todo sin arriesgar nuestro amor, fue una batalla de ingenio en la que disfruté mucho. Y ¿sabes qué? Allendy nos ha ganado, ha descubierto la verdad, lo ha analizado todo correctamente, ha detectado las mentiras, ha navegado (no diré alegremente) por toda mi tortuosidad, y finalmente hoy ha demostrado de nuevo la validez de esas malditas "'estructuras fundamentales" que explican el comportamiento de todos los seres humanos. Mira lo que te digo: yo no permitiría jamás que June fuera a verlo, porque simplemente dejaría de existir, porque June es toda ramificaciones de neurosis. Sería un crimen buscarle una explicación... Y mañana voy a ver a Allendy y empezamos otro drama, o yo empiezo otro drama, con una mentira o una frase, un drama de otro tipo, la lucha por explicar, que en sí misma ya es suficientemente dramática (¿acaso nuestras charlas sobre June no son a veces igual de dramáticas que el suceso que estamos comentando?). No sé qué creer, no he decidido todavía si el análisis simplifica y desdramatiza nuestra existencia o si es la manera más sutil, más insidiosa, más magnífica de hacer los dramas más terribles, más enloquecedores... Lo único que sé es que el drama no está en absoluto muerto en el llamado laboratorio. Es un juego tan apasionado como para ti lo ha sido vivir con June. Y cuando ves al propio analista atrapado en las corrientes, estás dispuesto a creer que en todas partes hay drama...» En mi carta a Henry desvelo las mentiras que le he contado, mentiras necesarias, la mayoría destinadas a reforzar mi confianza. OCTUBRE 1932 He pasado una noche con mi amado. Sólo le pido que no regrese a América con June, lo cual demuestra cuánto me importa. Y él me hace jurar que, pase lo que pase cuando venga June, no dudaré de él ni de su amor. Es tarea difícil para mí, pero Allendy me ha enseñado a creer, así que se lo prometo. Luego Henry me ha preguntado: –Si hoy tuviera medios y te pidiera que vinieras conmigo para siempre, ¿vendrías? –No podría, por Hugo y por June. Pero si Hugo y June no existieran, me iría contigo aunque no tuviéramos medios. Se sorprende: «A veces me he preguntado si no será un juego para ti.» Pero me ve la cara y se calla. Una noche de conversación clara y apacible; la sensualidad es casi superflua. Allendy vigila mi vida. Me ha hipnotizado hasta hacerme caer en una confiada somnolencia. Quiere que me sienta arrullada por mi felicidad, que descanse en su amor. Pensando en Hugo (que tiene celos de él), decidimos que no debo ir a verlo en diez o doce días. También es como una prueba de mi confianza. De pronto mi enfebrecido deseo de él se relaja y acepto su nobleza, su seriedad, su abnegación, su preocupación por mi felicidad, y me siento humilde. Lo que me hace humilde es que cree que lo amo y me doy cuenta de que le estoy mintiendo. Me revuelve ser capaz de mentirle a un hombre tan grande y tan sincero. No sé si sabrá mejor que yo a quién quiero o si le estoy engañando, como los he engañado a todos. En 1921, cuando todavía me escribía con Eduardo, ya estaba enamorada de Hugo. Si Hugo supiera que en 108