Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 78
La principal fuerza de oposición en el sistema político, el Partido Aprista
Peruano (PAP), también subestimó la gravedad del surgimiento y desarrollo de
la «guerra popular» senderista. Durante el quinquenio 1980-1985 el PAP no pre-
sentó una opción alternativa para la lucha contrasubversiva; sin embargo, fueron
duros críticos de la política del gobierno. No obstante, las críticas del PAP no se
tradujeron en una confrontación directa con las Fuerzas Armadas. Conscientes
de la tradicional rivalidad entre el PAP y el estamento militar, los dirigentes de
ese partido obraron con discreción en estas circunstancias para evitar un enfren-
tamiento con el sector castrense.
Dos eventos asociados al PCP-SL proporcionaron una nueva dimensión al con-
flicto. En marzo de 1982, en una operación inédita hasta el momento y planeada
por su dirección central, un comando senderista asaltó el centro penitenciario de
Huamanga y rescató a sus presos; lograron escapar sin que hubiese una adecuada
respuesta de las fuerzas policiales y sin que los miembros del Ejército acantona-
dos en el cuartel de la ciudad interviniesen por no contar con órdenes de Lima
para hacerlo. El asalto a la cárcel de Huamanga obligó a distintos observadores a
considerar al PCP-SL como una amenaza mayor de la que sugerían los atentados
terroristas o los asesinatos aislados iniciales. Para algunos generales del Ejército,
como Sinesio Jarama, a partir de ese momento la situación se volvía seria; entre
tanto, el general Noel empezó a desarrollar una labor de inteligencia en el terreno
desde su base en Huancayo. En la orilla opuesta, izquierdistas radicales, que pos-
teriormente constituyeron el MRTA, señalaron a la CVR que el asalto a dicho pe-
nal los convenció de que se había producido un avance del conflicto del que ya no
había marcha atrás.
Horas después de consumado el ataque y la liberación de los internos
senderistas, un grupo de miembros de la Guardia Republicana (la institución
policial hasta entonces encargada de la custodia de los establecimientos penales)
ingresó al hospital de Huamanga y, en represalia, ejecutó a tres presos senderistas
que estaban heridos y bajo custodia policial. La combinación de ambas acciones,
el ataque al penal y la ejecución de miembros del PCP-SL hospitalizados, propor-
cionó una primera victoria mediática al PCP-SL; pues fue presentado por los me-
dios de prensa nacionales, aun si lo condenaban, como una fuerza guerrillera y
víctima a la vez de la inocultable brutalidad policial.
Precisamente, el tema de los abusos cometidos por las fuerzas policiales destaca-
das en Ayacucho para las operaciones contrasubversivas fue capitalizado por el
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CVR. Entrevista.
Nosotros lo hemos visto así: el trabajo en Lima lo hemos ido ponderando,
¿tiene importancia Lima? Tiene importancia. Razón: Nosotros decimos,
«Ayacucho es la cuna, Lima la catapulta». El Partido por diversas instancias, en
un par de años, salta a trabajar en Lima, al centrar en Lima se encuentra en
una gran ciudad con gente de diversas provincias de todo el país. Al trabajar
ahí trabajas en todo el país, por eso se convierte en catapulta. Pero no podía
ser una ciudad conquistada al comienzo, sino en la parte final. 31
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Ayacucho. Desde un inicio, dio gran importancia a su trabajo en Lima. En palabras
de Abimael Guzmán: