Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 352
L OS FACTORES INSTITUCIONALES
A esta sociedad le correspondió un Estado poco legitimado. Hasta la década de
1970, la ley, el orden jurídico y el Estado republicano mismo eran cuestionados
desde el paradigma revolucionario, que consideraba a la democracia representa-
tiva una «forma» vacía de contenido y subestimaba derechos y libertades indivi-
duales considerados burgueses. A la democracia formal se le oponía la democra-
cia real, que sólo podía alcanzarse dentro de un Estado democrático popular o
socialista, construido a través de una revolución que, para la mayoría de partidos
de izquierda de la época, sólo podía triunfar por la vía violenta.
La vigencia del estado de derecho era también cuestionada desde la derecha
por una larga tradición de pronunciamientos militares. En las cinco décadas pre-
vias al estallido del conflicto armado interno, el país tuvo sólo 14 años de gobier-
nos democráticos. Esa fragilidad expresaba modos de pensar y de hacer política,
que consideraban natural un orden vertical y excluyente, impuesto recurriendo
a la violencia cuando fuera necesario.
La ausencia de partidos conservadores y liberales con propuestas nacionales,
y leales al sistema democrático, favoreció esta endeblez ciudadana y, como con-
traparte, propició el papel activo de los militares en la vida política y reforzó su
condición de institución «tutelar».
• Capas sociales sensibles a propuestas de ruptura radical con el orden establecido.
En especial, pero no únicamente se trataba de jóvenes provincianos, mesti-
zos, con educación superior al promedio. Algunos sectores, desperdigados
por todo el país se sentían en una tierra de nadie ubicada entre dos mun-
dos: el tradicional andino de sus padres, que al menos parcialmente ya no
compartían; y el urbano-criollo, que los rechazaba por provincianos, mes-
tizos o cholos. Entre ellos, una minoría se sintió atraída por un proyecto
que debido a su coherencia absoluta los libraba de un presente que les
ofrecía escasas satisfacciones y demasiadas incertidumbres.
• Áreas geográficas donde emprender su tarea. Especialmente las áreas ubicadas
en una suerte de limbo entre la modernidad instalada más que nada en el
discurso político y en las expectativas, y el atraso y la pobreza ya desliga-
dos del orden tradicional dentro del cual habían sido soportables y habi-
tuales por largo tiempo. Estas fueron las áreas más golpeadas por el con-
flicto.
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Todo lo anterior alude a un proceso de modernización desigual, hecho de in-
tentos desperdigados, intermitentes y muchas veces truncas, sea por la ausencia
de una visión de conjunto y de largo plazo entre las élites políticas, empresariales
e intelectuales que condujeron el país; sea por el entrampe político y/o las insufi-
ciencias de proyectos nacionales que, de haber sido exitosos, hubieran logrado al
menos un desarrollo económico sostenido que ampliara significativamente el
mercado interno y propiciara una mayor integración del país en sus diferentes
planos: económico, social, simbólico. Al no haber sucedido algo así, existían: