Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 350

De acuerdo con los testimonios recogidos por la CVR, la violencia golpeó princi- palmente a los habitantes más pobres en las áreas más pobres del país. Sin em- bargo, como esos mismos testimonios indican, la pobreza no explica por sí sola el estallido del conflicto armado. Es más preciso verla como uno de los factores que contribuyó a encenderlo y como el telón de fondo sobre el cual se desarrolló ese drama. Contra ese telón de fondo, adquieren un papel muy importante en la explica- ción del conflicto las múltiples brechas que atraviesan el país. La más visible y dramática es la que separa a ricos y pobres. Tanto o más que la pobreza misma, importa la inequidad, las abismales diferencias entre los que más tienen y los que sobreviven. Pero no se trata sólo de una distribución desigual de la riqueza, sino también del poder político y simbólico, incluyendo aquí el uso de la palabra: quién «tiene derecho a hablar», quién es escuchado y a quién se le prestan oídos sordos. Esto es importante de destacar pues el PCP-SL ofreció a sus seguidores un discurso que producía la ilusión de abarcar toda la realidad, así como la posibilidad de ha- cerse escuchar y de silenciar. Por consiguiente, riqueza y poder se distribuyen des- igualmente a lo largo de nuestro territorio, produciendo otras brechas: • Entre Lima y provincias. El centralismo creció en las décadas previas al con- flicto, ahondando la distancia entre la capital y el resto del país, precisa- mente cuando éste parecía más interconectado. • Entre costa, sierra y selva. La gravitación económica, demográfica y simbóli- ca de Lima, y la costa en desmedro de los Andes, se fue acentuando confor- me avanzaba el siglo XX, hasta desembocar en la crisis de la sociedad andina tradicional. Paralelamente, la Amazonía fue convirtiéndose en una zona de frontera donde los proyectos modernizadores del Estado naufragaron casi apenas formulados. • Entre criollos, mestizos, cholos e indios. A lo largo del siglo XX, las viejas divi- siones estamentales se fueron resquebrajando y sus fronteras se volvieron más porosas y borrosas. Sin embargo, no desaparecieron; más bien se reformularon y siguieron pesando en el país las discriminaciones étnico- culturales y raciales. F ACTORES HISTÓRICOS O DE LARGO PLAZO QUE EXPLICAN EL CONFLICTO 337 individualidad de los militantes, alentados a pagar «la cuota» de sangre y a «inducir genocidio», probando su disposición a morir, como en las cárceles. La voluntad política es decisiva para explicar el inicio de cualquier subversión armada, pero no basta para explicar su duración. Para comprender la larga «dé- cada de la violencia» es necesario advertir cómo esa voluntad política aprovechó determinadas coyunturas, se alimentó de antiguas debilidades institucionales y fallas estructurales, recogió algunas reivindicaciones y graves frustraciones, ex- presó cierto imaginario y logró enraizarse en distintos sectores sociales y escena- rios geográficos. Es necesario preguntarse, entonces, por las causas históricas que propiciaron la explosión senderista.