Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 339

326 hacer recomendaciones al Presidente para otorgar el indulto en cualquier caso donde la culpabilidad hubiera estado basada en evidencias fabricadas, coerciti- vas o insuficientes. Entre agosto de 1996 y diciembre de 1999 se produjeron en total 1087 liberaciones de inocentes injustamente encarcelados. E L RÉGIMEN ESPECIAL PENITENCIARIO EN CASOS DE TERRORISMO Y TRAICIÓN A LA PATRIA En 1999, alrededor de 2,700 personas se hallaban en establecimientos peniten- ciarios procesadas o sentenciadas por los delitos de terrorismo y traición a la patria, cifra bastante menor a la que existía en 1996, cuando se iniciaron las funciones de la Comisión Ad Hoc de indultos. La reclusión de tal cantidad de personas planteó diversos dilemas a la política penitenciaria del gobierno. Estos fueron resueltos mediante la construcción de nuevos penales o la remodelación de los ya existentes para albergar una cantidad que llegó a representar al 15% del total de los internos del país, así como la adopción de regímenes penitenciarios especiales para esta población. Numéricamente, el delito de terrorismo se con- virtió en el tercero en orden de importancia en el sistema penitenciario, precedido sólo por los delitos contra el patrimonio y el tráfico ilícito de drogas. Los nuevos establecimientos penitenciarios fueron construidos sin tener en cuenta ningún criterio que no fuera la seguridad y el aislamiento más extremo. Los penales de Yanamayo y Challapalca, por ejemplo, fueron diseñados de tal manera que los internos no tenían espacios comunes o áreas de trabajo. Se des- deñó expresamente cualquier otro criterio, como el de la educación y el trabajo. Teniendo en cuenta que a esta población penitenciaria se le había prohibido cualquier beneficio penitenciario, no tenía sentido invertir para otra cosa que no fuera para castigar. Progresivamente, otros penales ya existentes (Miguel Castro Castro y Chorrillos en Lima, y Picsi en Chiclayo) fueron remodelados como enormes «celdas de castigo». Las normas especiales dictadas desde 1992 fueron aplicadas en todos sus aspectos, lo que incluía el aislamiento absoluto del interno durante el primer año y luego el acceso a patio sólo durante media hora al día. Las visitas se restringieron a extremos nunca antes vistos y las pocas que se efectuaban eran sometidas muchas veces a tratos inhumanos y degradantes. C ONTRASUBVERSIÓN SIN SUBVERSIÓN Como se ha explicado en el capítulo relativo al PCP-SL, después de la captura de Guzmán y la pronta desactivación de la amenaza subversiva, el gobierno de Alberto Fujimori optó por un uso instrumental del tema del terrorismo. La política contrasubversiva fue un elemento más del conjunto de herramientas que el gobierno utilizaba para disuadir a los críticos, suscitar el respaldo ciudadano y, en última instancia, prolongar su permanencia en el poder. Así en octubre de 1993, las cartas en que Abimael Guzmán solicitó a Fujimori conversaciones para un acuerdo de paz recibieron un uso fundamentalmente polí- tico o de propaganda.