Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 322
CAPÍTULO 5
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LOS GOBIERNOS DE ALBERTO FUJIMORI
El ingeniero Alberto Fujimori Fujimori gobernó el Perú entre los años 1990 y 2000.
Elegido en comicios libres, el presidente Fujimori se convirtió en gobernante de
facto el 5 de abril de 1992, cuando, apoyado en las Fuerzas Armadas, dio un golpe
de Estado contra el Poder Legislativo y el Poder Judicial y asumió facultades que la
Constitución Política de 1979 no le otorgaba. Aunque reelegido en 1995, su gobier-
no tuvo durante todo el período un carácter autoritario y transgresor del estado de
derecho. Esos rasgos se acentuaron aun más cuando impuso su candidatura para
una segunda reelección en el año 2000, contrariamente a lo prescrito en la Constitu-
ción de 1993 que el propio gobierno había hecho aprobar. Finalmente, declarado
triunfador en unos comicios signados por fraudes, irregularidades y abusos, el in-
geniero Fujimori no pudo consolidar un tercer período presidencial. Su gobierno se
desplomó al revelarse escandalosamente que se trataba de un régimen corrupto en
un grado pocas veces visto antes en la historia de la República.
Sin embargo, los años de gobierno del presidente Fujimori fueron también
aquéllos en que las organizaciones subversivas sufrieron una derrota estratégica.
La captura de sus más altos jefes y la destrucción de sus organismos de dirección
fueron los hechos más ostensibles de esa derrota. El triunfo sobre la subversión,
traducido en una sensación colectiva de seguridad y orden después del caos, fue
uno de los principales factores de la aceptación ciudadana de la que gozó el go-
bierno a pesar de los atropellos ya mencionados. El propio gobierno y, de manera
señalada, el asesor presidencial Vladimiro Montesinos se encargaron de montar
tácticas de propaganda en las que se atribuían a sí mismos, al Servicio de Inteli-
gencia Nacional y a las Fuerzas Armadas el mérito de la victoria sobre el PCP-SL
y el MRTA, y sustentaban en ese mérito su legitimidad, a despecho de numerosas
ilegalidades patentes.
La CVR ha encontrado sin embargo que, como se ha explicado en los dos
capítulos precedentes, la verdad sobre la derrota de las organizaciones subversi-