Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 316
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reconocer que este manual expresa la estrategia aplicada en la operación Aries y otras de
la última etapa del conflicto. El estudio de la ideología revolucionaria es prácticamente
nulo y la parte sobre desarticulación de su organización político-administrativa
dice generalidades en unas treinta líneas. En la parte sobre inteligencia se introduce
la idea de que hay medios operativos reservados a los escalones superiores del sistema
de inteligencia, por lo cual se entiende que los escalones superiores implementan
operaciones de una naturaleza tal que los interiores no pueden implementar.
Hay un evidente retorno a los principios de la estrategia contrasubversiva
tradicional y una recuperación del vocabulario de la Escuela de las Américas.
El manual pone énfasis en los aspectos psicosociales de la contrasubversión,
el arrepentimiento, la acción cívica y, también, como es usual desde 1991, en la
observancia de los derechos humanos.
Así se llegó a la ofensiva frontal de las Fuerzas Armadas llamada «operación
Aries» contra los bolsones «Cuchara» y «Primavera» en la provincia de Leoncio
Prado, Huánuco, desde abril hasta julio de 1994. Era lógico que no tuvieran efec-
to sobre esos bolsones las tácticas psicosociales practicadas antes con cierto éxi-
to, especialmente el «arrepentimiento». Millares de volantes en los que se adver-
tía a los pobladores de la necesidad de abandonar la zona fueron lanzados desde
helicópteros sin producir ningún efecto. La población estaba reducida a la servi-
dumbre por los miembros del PCP-SL, quienes la mantenían aislada, amenazada
y bajo control ideológico. Quienes intentaron huir fueron abaleados por los ele-
mentos armados del PCP-SL en los embarcaderos y bocas de los ríos, únicos pun-
tos de salida de los bolsones.
Para este fin, el Ejército preparó compañías contrasubversivas que operaban
en patrullas. Testimonios de participantes permiten colegir que se trató de alre-
dedor de 2000 hombres, incluido su personal de apoyo. De ellos, por lo menos
dos compañías, unos 300 hombres, eran comandos de operaciones especiales. Se
trataba de destruir objetivos inmersos en zonas pobladas, donde el enemigo per-
manece oculto entre la población civil y, sin embargo, presenta combate y dispu-
ta el terreno palmo a palmo. Una de las dificultades que enmarcó esta operación
y la diferenció de todas las anteriores fue que no había forma de explorar el terre-
no antes de ingresar y esto representaba una enorme ventaja para el enemigo,
que aprovechaba al máximo las características del terreno. La preparación fue
dirigida personalmente por Hermoza Ríos y contó también con la presencia del
presidente Fujimori.
La primera fase, en abril y mayo de 1994, empezó con ataques de la Fuerza
Aérea y luego se dio el ingreso de los comandos que cercaron la zona y fueron
avanzando a tomar puestos de control senderista. Los miembros del PCP-SL
respondieron emboscándose en pequeños grupos que hostigaban a los
comandos hora tras hora, causándoles bajas desde la espesura de la selva sin
presentar combate. Al no encontrar con quién luchar y seguir aumentando
sus bajas, las patrullas que ingresaban tuvieron que ser reemplazadas por
nuevas, las cuales sin embargo quedaron pronto en la misma situación. A
mediados de mayo el operativo se detuvo y las fuerzas se retiraron sin haber
alcanzado su propósito, pero logrando estrechar el cerco alrededor del bolsón
Cuchara y preparar el camino de ingreso al bolsón Primavera. Además, se había